PARIS (CNS)—. Líderes de la iglesia y funcionarios del gobierno se han unido para manifestar su esperanza de que la Catedral de Notre-Dame recupere su majestuosidad en cuanto los bomberos extingan las últimas llamas del voraz incendio que dañó gravemente gran parte del icónico edificio.
“Estamos viviendo un momento extremo. Estamos en Semana Santa y esto no es casualidad”, expresó el arzobispo de París, Michel Aupetit, en las afueras de la estructura histórica de 850 años, el pasado lunes 15 de abril, mientras los bomberos continuaban extinguiendo las llamas.
En exclusivité les quelques mots de @MichelAupetit place st Michel hier soir. Un moment très émouvant #NotreDame #pompiers pic.twitter.com/BRYjSkaSy2
— Louis Xavier Nicolas (@Nicolaslxn) April 16, 2019
“En plena conmemoración de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo, ahora estamos experimentando nuestra propia pasión, pero sabemos que después llegará la resurrección. Creemos en esto y lo proclamaremos al reconstruir esta Catedral”, dijo Mons. Aupetit.
El arzobispo también hizo un llamado para que las campanas de todas las iglesias de París se doblen en un signo de oración y solidaridad.
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron, elogió “el extremo coraje y la enorme profesionalidad” de los socorristas que ayudaron a salvar la fachada y las torres del hito gótico; y también anunció que se establecería un fondo nacional para la reconstrucción.
Durante su declaración, la misma noche del incendio frente a la Catedral calcinada, Macron dijo que entendía los sentimientos de los católicos franceses ante semejante desastre y prometió que toda la población “apoyaría” su restauración.
Souvenir de cette nuit: Mgr Aupetit chante le "Je vous salue Marie" avec les fidèles rassemblés en bas du boulevard Saint-Michel. Tous tournés vers #NotreDame. pic.twitter.com/5a3RlHA2gW
— Gauthier Vaillant (@gauthvaillant) April 16, 2019
“Notre Dame de París es nuestra historia, nuestra literatura, nuestra imaginación, el lugar donde hemos vivido nuestros mejores momentos, el epicentro de nuestra vida”, declaró Macron, quien estuvo acompañado por el arzobispo, el primer ministro francés Edouard Philippe y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
“Construimos esta Catedral durante siglos, levantándola y mejorándola, y ahora declaro solemnemente que, todos juntos, la reconstruiremos. Esto es, sin duda, parte del destino francés”, expresó Macron.
Cerca de las 6:30 p.m., hora local, hasta 500 bomberos continuaban una batalla de rescate de 15 horas consecutivas, después de que las llamas estallaran en el ático de la Catedral. El incendio consumió rápidamente dos tercios del techo de roble del siglo XIII y derribó la aguja de 300 pies de alto. Las autoridades informaron que gran parte del interior de madera de la iglesia fue destruido y su mampostería fue seriamente abrasada.
El diario La Croix notificó que gran parte del edificio continuaba en llamas al día siguiente, mientras miles de espectadores oraban y entonaban himnos en las calles de los alrededores.
Los equipos de rescate formaron una cadena humana para poder extraer muchas de las valiosas obras de arte y objetos sagrados del interior del recinto, incluidas la reliquia de la corona de espinas de la crucifixión de Jesús y una túnica de oro de San Luis, según el informe.
El martes 16 de abril, el célebre historiador de arte Jean-Michel Leniaud declaró al periódico que era demasiado pronto para evaluar la magnitud de los daños causados por el incendio, pero dijo que sin duda representaría “un duro golpe y una terrible mutilación de la historia del país”.
La Catedral representa las “relaciones entre los poderes religioso y político”, dijo, y agregó que creía que el estado francés debería “hacerse cargo de su reconstrucción”.
Mientras tanto, los ofrecimientos de apoyo para la reconstrucción de la iglesia, declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO, han llegado de líderes de iglesias y gobiernos de todas partes del mundo, incluido Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, quien dijo este martes 16 de abril que esperaba que los 28 estados miembros de la Unión Europea ayudaran a compartir los gastos.
Los periódicos franceses dijeron que la familia Arnault dueña del conglomerado multinacional francés LVMH, que incluye marcas como Moët, Hennessy y Louis Vuitton, ofreció colaborar con 200 millones de euros ( (unos $US 226 millones de dólares al cambio de hoy), mientras que la familia Pinault, cuyo consorcio Kering opera las marcas de moda Gucci, Saint-Laurent, Alexander McQueen y Balenciaga se comprometió a donar 100 millones de euros ($US 113 millones).
François-Henri Pinault, quien administra los negocios de la familia, está casado con la actriz mexicana Salma Hayek.
Otros importantes empresarios galos, como la familia Bettencourt dueños del 33% de L’Oreal, que controla marcas como Maybelline, Lancome, Garnier y Kiehl’s también se ofrecieron a financiar parte de las obras de rescate de este símbolo de Francia. El grupo está dirigido por Francoise Bettencourt Meyers, según Bloomberg la mujer más rica del mundo, con una fortuna de más de $53.5 mil millones.
En total, apenas 24 horas después de la catástrofe, existía un compromiso privado combinado de donación de más de 800 millones de euros (900 millones de dólares), por parte magnates y corporaciones francesas.
En una entrevista televisiva en la madrugada del 16 de abril, Mons. Aupetit dijo que la Catedral representa “el alma y la historia de Francia”, como “un sitio que recorre los siglos y siempre fue un lugar de fe”.
Explicó cómo el desastre había provocado “emociones profundas” en toda Francia, y añadió que había recibido mensajes de solidaridad de líderes religiosos de todo el mundo, incluidos muchos musulmanes.
El recién elegido presidente de la conferencia de obispos franceses y arzobispo metropolitano de Reims, Mons. Eric Moulin-Beaufort, declaró al semanario Famille Chretienne que Notre Dame también representaba “la unidad nacional durante todas las adversidades” y que este incendio representaba “una pérdida inmensa” para todo el mundo.
“Algo de lo mejor de la humanidad ardió en llamas en la noche de ayer, y siento que una gran parte de la humanidad está en comunión con nuestro dolor”, dijo Mons. Moulin-Beaufort.
“Pero las catedrales se han quemado anteriormente y en cada ocasión se han logrado reconstruir todavía más majestuosas. Así que veo en esta tragedia la ocasión de un renacer nacional y un signo de resurrección para todo el país”, expresó.
Fiscales de París dijeron que habían abierto investigaciones sobre las causas del incendio masivo y que estaban interrogando a los trabajadores que realizan un proyecto de restauración de ocho años, iniciado en enero.
El organista principal de Notre Dame dijo a la BBC que le había comunicado sobre el incendio poco después de la misa de la tarde del lunes 15 de abril, y expresó que él y otros miembros del personal de la iglesia estaban “devastados”.
Añadió que aún no tenía noticias sobre el histórico órgano de la Catedral, de casi 8000 tubos, algunos de los cuales datan del siglo XVIII; pero dijo que confiaba en que pudiera conservarse después de intensas reparaciones.