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Lo que hizo a Nick Taverniti recuperar una tradición familiar en Dyker Heights

Cada año, por esta época, muchos ómnibus llenos de turistas llegan al barrio de Dyker Heights para ver las increíbles decoraciones y luces de Navidad con que los vecinos adornan sus casas. De hecho, la afluencia de turistas llegó a ser tan excesiva, que el año pasado Nick Taverniti, un vecino del barrio, decidió no adornar el exterior de su casa por Navidad.

Este año, sin embargo, sus hijas lo convencieron de continuar la tradición familiar para poner una dosis extra de espíritu navideño en el barrio en medio de estos tiempos tan difíciles. Taverniti, a diferencia de muchos de sus vecinos, decora su inmensa casa él mismo, sin ayuda de decoradores ni electricistas.

La familia Taverniti siempre decoraba la casa por Navidad desde que se mudaron al barrio en los años cincuenta. Taverniti viven aún en la casa en la que creció y ha visto cómo el barrio —y el estilo de las decoraciones navideñas— ha ido cambiando con los años.

“Mi padre decoraba la casa, pero no era algo tan extravagante como lo que yo hago”, dice. “Yo me hice cargo de las decoraciones navideñas de la casa en 1994, un año después del nacimiento de mi hija. Fui añadiendo más y más decoraciones, y cada año era más complicado que el anterior”.

El padre de Taverniti colgaba guirnaldas alrededor de la casa y ponía un nacimiento en el jardín. Las figuras de plástico de María, José, el Niño Jesús, la vaca y el asno se iluminaban en la noche. Cuenta Taverniti que su padre construyó un establo para completar el nacimiento lumínico.

Con el tiempo, su padre fue añadiendo otros elementos a la colección: un trineo, renos y ángeles con trompetas. Cuando Taverniti se hizo cargo de las decoraciones, compró más figuras: ángeles lumínicos, un hombre de nieve y un oso polar.

En 2020, la casa de Taverniti está adornada con 900 luces, Santa Claus con su trineo, cuatro ángeles, dos renos, una estrella de seis pies de alto, una guirnalda de cinco pies de circunferencia, el nacimiento y mucho más. Taverniti tiene un nuevo nacimiento de estatuas realistas, un ángel, un pastor y los tres Reyes Magos.

“Puse el nacimiento por mi madre, pues a ella siempre le ha gustado. Mi madre es muy religiosa y siempre va a la iglesia”, dice Taverniti, y añade que ellos son miembros de la parroquia de St. Bernadette.

Como la casa de dos familias es bastante grande, y como pone las decoraciones él mismo, Taverniti comienza el proceso en la segunda semana de noviembre. Normalmente le toma cuatro semanas decorar la casa. Este año lo ayudaron sus dos hijas y les tomó “solo” tres semanas.

Nick Taverniti (Foto: Cortesía de Nick Taverniti)

“Es un trabajo duro pues guardo todo en otro lugar, y tengo que dar varios viajes para traer todas las decoraciones a casa”, explica. “Y cada año tengo que revisar cada bombilla para ver si aún funciona y reemplazar las que ya no encienden”.

“Los bombillos se pueden reemplazar, pero hay otras muchas cosas que no puedes reemplazar con una réplica idéntica”, añade.

El tiempo que implica llevar las decoraciones a su casa, revisar las bombillas y colocarlo todo en su lugar es quizás la principal razón por la que muchos vecinos contratan ayuda profesional para decorar sus casas.

“Probablemente porque no tienen el tiempo, o quizás porque quienes ponen muchas decoraciones, como yo, no tienen dónde guardarlas”, dice. “Ya yo no soy joven, pero en mi familia siempre lo hemos hecho nosotros mismos”.