El pasado mes de julio el padre Félix Herrera, vicario parroquial de Santa Juana de Arco, en Jackson Heights, fue nombrado director del Apostolado Ecuatoriano por monseñor Nicholas DiMarzio, obispo de Brooklyn.
Para el padre Herrera lo más urgente es ubicar y unir a la comunidad ecuatoriana de Brooklyn y Queens. “El problema del grupo ecuatoriano aquí en la Diócesis es que están por todas partes. Hay lugares en Brooklyn que tienen mucha gente ecuatoriana, partes aquí en Queens que también cuentan con una gran cantidad, entonces cuando hay misas grandes, por ejemplo, la misa de Nuestra Señora de la Nube, no están unidos todos en una misma iglesia para celebrar esta fiesta juntos. Creo que lo más urgente es tratar de conocer a las personas de la diócesis y después buscar una manera de unirnos todos para que así cuando haya fiestas o eventos grandes ecuatorianos, podamos estar juntos como un solo grupo”.
El padre Félix Herrera se ordenó en 2014. Nació y creció en Jackson Heights, pero sus padres, Félix y Rocío, ambos ecuatorianos, siempre inculcaron en él las tradiciones de su país de origen.
En su labor con la comunidad ecuatoriana, el padre Herrera recibirá orientación de monseñor Ronald Marino, vicario episcopal para Apostolados Migratorios y Étnicos de la diócesis de Brooklyn.
“ También voy a estar en contacto con monseñor Octavio Cisneros, obispo auxiliar de Brooklyn, él fue quien quiso que yo tomara esta posición”, explica el padre Félix.
“Me siento orgulloso y al mismo tiempo me siento un poco nervioso porque es una responsabilidad muy grande, va a requerir de mucho de mi tiempo para no solamente conocer más la historia ecuatoriana, sino conocer más de otras partes del país que nunca he visitado o conocido”, afirma el padre Herrera.