Noticias

Los fieles regresan a la misa del Domingo de Ramos

DOWNTOWN BROOKLYN — Este año, sacerdotes y obispos de la Diócesis de Brooklyn celebraron misas públicas del Domingo de Ramos. El año pasado, las iglesias en Brooklyn y Queens estuvieron cerradas durante la segunda mitad de la temporada de Cuaresma debido a la pandemia de coronavirus. 

Mons. Nicholas DiMarzio, obispo de Brooklyn —quien celebró la misa del Domingo de Ramos en la Catedral Basílica de St. James el 28 de marzo— se refirió en su homilía a cómo hoy los católicos podían reconocer y comprender mejor la Pasión de Jesucristo según San Marcos, quien describe en detalle el sufrimiento y la muerte del Redentor. Mons. DiMarzio también recordó las palabras de San Pablo a los colosenses: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las tribulaciones del Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia.”

“Nosotros, el cuerpo de Cristo, la iglesia, participamos en la Pasión y muerte de Jesús al aceptar en nuestras propias vidas una parte de ese sufrimiento y muerte”, dijo Mons. DiMarzio en su homilía. “Es una historia milenaria, pero los cristianos revivimos la Pasión que hemos escuchado en nuestra época y a nuestra manera”.

Los feligreses que no pudieron acudir a sus parroquias el Domingo de Ramos el año pasado estaban felices de regresar a la catedral del centro de Brooklyn y recoger palmas bendecidas. Isabel Navarro, feligresa de St. James durante casi 40 años y una de las secretarias de la parroquia, el año pasado vio la misa del Domingo de Ramos por televisión. Dijo que el cierre de las iglesias del año pasado fue “un poco duro [y] un poco triste” porque el Domingo de Ramos es una de sus celebraciones favoritas del calendario litúrgico.

“Desde mi ventana, puedo ver la iglesia, y la miraba y decía, Ay, cómo la extraño’”, dijo Navarro. “Aprendimos a hacer todo a través de Zoom y virtualmente, lo cual es bueno. Pero no hay nada como estar en la iglesia en persona.

“Por la gracia de Dios, podemos ahora estar aquí en la iglesia con el obispo y con nuestros feligreses”, agregó. “Este año, las cosas están mejorando”.

El padre Bryan Patterson, rector de St. James, recordó lo extraña que fue la celebración del Domingo de Ramos del año pasado desde su punto de vista.

“Fue muy extraño el año pasado, porque celebré la misa del Domingo de Ramos solo”, dijo el padre Patterson. “Sin narrativa, sin palmas, sin gente, sin nada”.

El padre Patterson también enfatizó lo agradecido que está de que la catedral pudiese de nuevo abrir sus puertas, aunque sea con restricciones pues, según él, eso es mejor que nada.

“Celebrar juntos es esencial”, dijo. “Esto es simplemente fantástico”.

De manera similar, Anna King, de 84 años, que ha sido feligresa de St. James durante los últimos 43 años, dijo que estaba emocionada de volver a sentarse en los bancos de su iglesia. King recibió ya ambas dosis de la vacuna contra el COVID-19, lo que le ha permitido ir a la iglesia con menos preocupación.

“Este es mi cuarto domingo de regreso, y se siente bien poder venir a la iglesia “, dijo King, señalando que solo había salido de casa a buscar alimentos y medicamentos durante el último año. “Extrañaba venir a la iglesia “.

Este año, el Triduo Pascual, que marca el final de la Cuaresma, comienza en la tarde del Jueves Santo (1 de abril) y concluye en la tarde del Domingo de Resurrección (4 de abril).