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Mons. Octavio Cisneros, obispo auxiliar de la Diócesis de Brooklyn, visitó Guatemala del 17 al 21 de diciembre pasado. El obispo viajó a América Central como “enviado de Mons. Nicholas DiMarzio, el obispo de Brooklyn, para llevar el dinero recogido gracias a la generosidad de los fieles de la Diócesis de Brooklyn para ayudar a las personas afectadas por la erupción del Volcán del Fuego en Guatemala”, dijo el prelado en una entrevista con The Tablet.
Mons. Victor Hugo Palma, obispo de Escuintla, recibió el cheque por $78,500. La Diócesis de Escuintla, en el sur de Guatemala, fue devastada por una erupción del Volcán de Fuego el 3 de junio de 2018. La erupción destruyó aldeas enteras, dejando más de cien muertos y casi doscientas personas desaparecidas.
“Pude visitar la «Zona Cero», donde tantas personas murieron y tantos hogares quedaron totalmente destruidos por la erupción”, dice Mons. Cisneros.
“También visité el Albergue Papa Francisco, un refugio temporal construido para más de cien familias que perdieron absolutamente todas sus posesiones”.
Según Mons. Cisneros, Caritas y la Diócesis de Escuintla han estado proveyendo albergue, ropa y alimentos a esas familias desde la erupción del volcán. Cada una de las familias del albergue vive en una pequeña cabaña de madera de una sola habitación. Después del desastre, cuatro hermanas mexicanas de la orden de las Misioneras de Cristo Resucitado llegaron a la diócesis para ofrecer sus servicios. Mons. Víctor Hugo Palma le comentó a Mons. Cisneros que las religiosas “han hecho una tremenda labor ayudando a la gente del albergue y organizando los esfuerzo de asistencia a los afectados”.
Un carisma muy especial
“Quedé sorprendido y admirado”, dice Mons. Cisneros, “cuando me contaron que entre los carismas de la orden está el de brindar ayuda en casos de desastres y crisis nacionales. ¡Resulta que dos de las hermanas son médicos! Era evidente el amor y el respeto que la gente del albergue siente por esas religiosas”.
Las religiosas cuidan a los niños del albergue mientras sus padres trabajan. Mons. Cisneros dice que uno de los aspectos más sorprendentes de su experiencia fue constatar que, aún en medio de una situación tan difícil, la gente que vive en el Albergue Papa Francisco mira el futuro con esperanza.
Ahora el reto es buscar una solución permanente para las familias afectadas. Con ese objetivo, Mons. Palma, el obispo de Escuintla, compró parcelas de tierra y emprendió la construcción de nuevas casas para las familias que ahora viven en el albergue temporal. Las nuevas casas se construyen con bloques de hormigón y están en una zona más alejada de las laderas del volcán. Según Mons. Cisneros, cada casa tiene un costo de $12,000.
Mons. Cisneros hizo su visita a Guatemala no solo en nombre de la Diócesis de Brooklyn, sino también como Presidente del Subcomité para la Iglesia en América Latina de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB por sus siglas en inglés).
Junto al padre Juan Molina, que es el director del Subcomité para la Iglesia en América Latina, visitaron la Diócesis de Solola y el Lago de Atitlan, donde existe un seminario que recibe ayuda de los católicos de Estados Unidos a través de la colecta anual que organiza la USCCB para recaudar fondos para la Iglesia en América Latina.
También visitaron la Arquidiócesis de Guatemala, donde se encontraron con Mons. Raúl Martínez Paredes, el administrador apostólico de la Arquidiócesis. La Arquidiócesis de Guatemala ha estado sin arzobispo titular desde la muerte de Mons. Óscar Julio Vian Morales S.D.B. en febrero de 2018.
La última visita de este viaje fue a la Nunciatura Apostólica en Ciudad Guatemala, donde Mons. Cisneros se reunió con Mons. Nicolas Thevenin, nuncio de la Santa Sede en Guatemala, para conversar sobre el propósito de su visita al país así como sobre otros temas relacionados con la situación de la Iglesia en Guatemala y los retos que hoy enfrenta su pueblo.