"La fe es realmente el único refugio verdadero". —Pastor Scott
Christy y Kevin Beam son los padres de Abbie, Adelynn y Anna. Ésta última tiene 10 años y desarrolla una enfermedad en su intestino que le impide digerir los alimentos.
Sus padres pasan los días viendo cómo la salud de su hija se deteriora mientras los diagnósticos de los médicos no los convencen del todo. Tras ver a varios especialistas, finalmente tienen un diagnóstico certero. Sin embargo, el tratamiento para lo que Anna padece no existe en Texas, donde viven, sino en Boston.
Christy está dispuesta a hacer lo posible y lo imposible para que el médico a quien consideran el mejor especialista de vías digestivas atienda a su pequeña, pero a pesar de sus incesantes llamadas a la consulta no logra conseguir una cita.
Actuando sólo por lo que le dicta su corazón de madre, Christy decide emprender un viaje a Boston, pese a las dificultades económicas que por esos días enfrenta su familia. Se presenta personalmente para solicitar una cita pero la asistente le confirma que no hay ninguna disponible hasta dentro de unos meses. Ella se derrumba y le cuenta a la asistente la razón de su tristeza. Sus ruegos no parecen servir de nada.
Los días pasan y conocen a una mesera que amablemente se ofrece a darles un paseo para conocer los lugares más emblemáticos de Boston. Anna se olvida por momentos del intenso dolor que la aqueja y disfruta cada paseo como lo haría cualquier niña de su edad.
Finalmente un día Christy recibe la llamada de la asistente del especialista diciéndole que tienen un espacio al día siguiente en la mañana. Así Anna comienza el tratamiento pero su cuerpo no responde y luego de agotar las opciones médicas disponibles debe regresar a su casa con su mamá.
Un buen día, Abbie, su hermana mayor, la anima para que juntas suban el árbol que ha estado frente a su casa por años y estando casi en la copa una de las ramas se rompe y Anna cae en un hueco que se ha formado en el tronco. Muchas horas transcurren hasta que finalmente los equipos de rescate logran sacarla con vida.
Para todos resulta increíble que Anna sólo sufrió algunos rasguños pero no es lo más sorprendente ya que a los pocos días la pequeña comienza a mejorar hasta estar bien del todo. En Boston su médico no sabe qué ha sucedido pero todos saben que se trata de un milagro.