MAPUTO, Mozambique (Por Cindy Wooden/CNS)—. Con una cortesía y solemnidad que se ve raramente dentro de una reunión de líderes políticos de lados opuestos, políticos mozambiqueños se reunieron un mes antes de las elecciones generales del país para dar la bienvenida al papa Francisco y comprometerse a trabajar por la paz y el bien común.
Las elecciones del 15 de octubre verán al actual presidente, Filipe Nyusi, líder del partido Frelimo, competir contra Ossufo Momade, líder del partido opuesto Renamo, y contra Daviz Simango, presidente del Movimiento Democrático de Mozambique.
En el país del sur de África, la política entre partidos no ha sido simplemente una cuestión de argumentos políticos; Frelimo y Renamo fueron los principales opositores en la guerra civil mozambiqueña, que duró de 1977 a 1992. Las tensiones aumentaron nuevamente después de elecciones disputadas en 2013 y se intensificaron tanto que la violencia estalló nuevamente. Nyusi y Momade firmaron un nuevo acuerdo de paz el 1 de agosto.
Al dar la bienvenida al papa Francisco al Palacio da Ponta Vermelha, la residencia presidencial, el 5 de septiembre, Nyusi hizo que sus dos oponentes recibieran una ronda de aplausos mientras prometía su intención de luchar por ser líderes políticos que trabajen por el bien común y no por el interés propio.
El papa Francisco dijo a los líderes políticos, así como a otros líderes cívicos y embajadores que sirven en Mozambique, que la paz requiere más valor, fuerza y esfuerzo que la guerra, pero que la historia reciente de Mozambique muestra cómo la educación, cuidado médico y la economía local benefician de la paz.
El papa principalmente expresó públicamente su solidaridad con todos los mozambiqueños que aún están lejos de recuperarse de los ciclones Idai y Kenneth que pasaron por el país en marzo y abril.
Tanto el papa como el presidente dijeron que el país aún necesita la ayuda internacional prometida para reconstruir, pero ambos también dijeron que la reacción de los mozambiqueños ante los desastres mostró la solidaridad, unidad y sacrificio que existe entre la gente de la nación.
El pueblo de Mozambique ha aprendido que la paz requiere “un esfuerzo extenuante, constante e incansable”, dijo el papa. “Exige seguir diciendo con determinación, pero sin fanatismos, con valentía, pero sin exaltación, con tenacidad, pero inteligentemente: no a la violencia que destruye, sí a la paz y a la reconciliación”.
La paz es un requisito necesario para que los líderes de la nación cumplan su misión de servir a la gente, dijo. “No desistan mientras existan niños y jóvenes sin escolarizar, familias que no tienen casa, trabajadores desempleados, agricultores sin tierras que cultivar.”
Y, tocando un tema que se repetirá a lo largo de su viaje del 4 al 10 de septiembre a Mozambique, Madagascar y a la República de Mauricio, el papa Francisco instó a cuidar especialmente el medio ambiente.
“La defensa de la tierra, es también la defensa de la vida”, dijo el papa Francisco a los líderes.
Aparentemente refiriéndose a las prácticas de las compañías multinacionales, el papa dijo que los gobiernos y los ciudadanos deben tener cuidado con “una tendencia a la expoliación y al despojo guiados por un afán acumulativo que, en general, ni siquiera es de personas que habitan estas tierras, y no está motivado por el bien común de vuestro pueblo”.
“Una cultura de paz implica un desarrollo productivo, sustentable e inclusivo, donde cada mozambiqueño pueda sentir que este país es suyo”, dijo.