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ROMA—. Un nuevo “gran dicasterio” para la evangelización podría ser una de las reformas más significativas de las estructuras de gobierno del Vaticano, según un nuevo informe.
El periodista español Darío Menor Torres, quien escribe para el semanario Vida Nueva, revela varios elementos de la nueva Constitución vaticana que se ha estado desarrollando durante los últimos cinco años.
La principal novedad en el documento, llamado Praedicate Evangelium (“Predicad el Evangelio”), radica en la creación del “gran dicasterio” para la Evangelización, que potencialmente será más importante que la histórica Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), también llamada “La Congregación Suprema”.
Con su origen en la Inquisición romana, el oficio doctrinal es el más antiguo entre las Congregaciones de la Curia Romana, todavía conocido por muchos como “Santo Oficio”, ya que se encarga de promulgar y defender la doctrina católica, así como de reprimir cualquier forma de herejía.
Hoy, además de defender la doctrina, también es el responsable de juzgar a los sacerdotes que han sido acusados de abusar sexualmente de menores, con 17 miembros dedicados casi exclusivamente a esta tarea.
Otra de las novedades de la nueva Constitución es que la Curia ya no se dividirá en “Congregaciones” y los menos prestigiosos “Consejos Pontificios”; en su lugar, todos los departamentos autónomos del Vaticano se llamarán “dicasterios”, que ya se ha aplicado a varios nuevos organismos establecidos por el papa Francisco.
El nuevo “superministerio” para la Evangelización unificará la labor que hacen dos organismos vaticanos ya existentes: la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, también conocida como Propaganda Fidei, que se ocupa de supervisar los “territorios de misión” y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, que fue creada en 2010 por el papa emérito Benedicto XVI para enfrentar el fenómeno de la secularización de los países occidentales.
El artículo de Darío Menor Torres está fundamentado con entrevistas hechas el cardenal Oswald Gracias, presidente de la Conferencia Episcopal India, y al cardenal hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga, ambos miembros del Consejo de Cardenales que asesora al Papa, establecido al comienzo del pontificado de Francisco para ayudar en la reforma de la Curia romana.
“El papa Francisco siempre insiste en que la Iglesia es misionera”, dijo Maradiaga a Vida Nueva. “Por esta razón, es lógico que pongamos en primer lugar el dicasterio para la Evangelización y no el de la Doctrina de la Fe”.
“De esta manera, el Papa envía una señal significativa de la reforma a todo el Pueblo de Dios”, añadió el purpurado salesiano. Y el cardenal Gracias está de acuerdo.
“El punto principal de la nueva Constitución apostólica es que la misión de la Iglesia es la Evangelización”, declaró el arzobispo de Bombay a Vida Nueva. “Lo pone en el centro de la Iglesia y todo lo que hace la Curia. Será el primer dicasterio. El nombre del texto muestra que la evangelización es el objetivo principal, por delante que cualquier otra cosa”.
Crux tuvo acceso exclusivo al artículo antes de que la edición de esta semana llegue a los suscriptores el sábado.
Según el artículo de Vida Nueva, el papa Francisco podría firmar la nueva constitución el 29 de junio, día en que la iglesia celebra el martirio de los santos apóstoles Pedro y Pablo. De acuerdo con lo que el cardenal Gracias dijo a Crux a principios de este mes, el borrador de Praedicate Evangelium fue enviado a las conferencias episcopales del mundo, a los dicasterios de la Curia y a otros funcionarios de la Iglesia para que revisen el documento, lo enriquezcan con sus sugerencias y lo envíen a finales de mayo.
El plan es recopilar todas las sugerencias, hacer las modificaciones necesarias y que el grupo de purpurados que asesoran al Pontífice lo revise nuevamente durante su reunión del 25 al 27 de junio.
Más allá del “superministerio” para la evangelización, la Constitución también estipula la creación de un Dicasterio para la Caridad y la fusión de la Congregación para la Educación Católica y el Consejo Pontificio para la Cultura.
Además, la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, creada por el papa Francisco para ayudarlo a formular las medidas que la Iglesia global puede tomar para prevenir y combatir el abuso sexual clerical, se convertirá en parte de la estructura curial para hacerla “más efectiva”.
El periodista añade que Praedicate Evangelium establece que los dicasterios vaticanos no solo estarán al servicio del Papa, sino también de las Iglesias locales.
“Como sucesores de los apóstoles, los obispos no tienen una posición eclesiológica que los sitúe por debajo de los que trabajan en la Curia romana”, dijo Maradiaga. Por lo tanto, una vez aprobada la Constitución, un obispo de cualquier diócesis, por muy pequeña que sea, tendrá el mismo poder jerárquico que el prefecto de un dicasterio del Vaticano.
Una vez que se apruebe el texto, que estará vigente durante un “período de prueba” de al menos 25 años, los dicasterios del Vaticano ya no serán instrumentos para que el Papa supervise las iglesias locales, sino que en realidad estarán allí para servir a obispos de todo el mundo. Ya no serán un “departamento” entre el Pontífice y el Colegio de obispos, sino una institución que servirá a ambos.
El nuevo dicasterio para la Caridad, que absorberá lo que hoy se conoce como Oficina de Limosnería Apostólica, vendrá justo después del Secretario de Estado y el Dicasterio para la Evangelización, como un recordatorio de que la caridad es también un elemento clave de la fe católica. Esta oficina se “alimentará” de las donaciones que recibe el Papa y también aprovechando el banco central del Vaticano, la Administración de Patrimonio de la Sede Apostólica, APSA por sus siglas. (El Instituto de Obras de Religión es una institución separada, con frecuencia también llamada banco del Vaticano, pero que por lo general sirve a órdenes e instituciones religiosas).
Todas estas reformas son una continuación de los cambios ya implementados, como la fusión de las oficinas de medios de comunicación del Vaticano en el Dicasterio para las Comunicaciones, y la agrupación de la mayoría de los consejos pontificios en dos megaestructuras: el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Según el cardenal Maradiaga, Praedicate Evangelium puede devolver a los fieles la esperanza que el papa Francisco había generado al comienzo de su pontificado.
“Ofrece al pueblo de Dios una perspectiva nueva y valiente de la reforma en el espíritu de Francisco”, dijo, y agregó que la Constitución toma mucho de los primeros textos importantes del pontífice argentino, como Evangelii Gaudium, Laudato Si’ y Amoris Laetitia.
“Personalmente, estoy satisfecho con el resultado”, declaró el cardenal Gracias a Vida Nueva. “No solo será un cambio estético, sino que será el impulso para un cambio de mentalidad que ya está en marcha”.
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Inés San Martín es una periodista argentina, jefa del Buró de Noticias de Crux en Roma. Antes de unirse a Crux, Inés fue mánager de redes, directora de contenido y diseñadora gráfica de Contá con Nosotros, y trabajó como reportera y editora de Valores Religiosos en Buenos Aires. También dirigió la oficina de prensa internacional para la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro en 2013. Inés es licenciada en comunicaciones sociales y periodismo por la Universidad Austral en Buenos Aires y la Universidad de Navarra en Pamplona, España.