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Obispo chileno acepta mal manejo en casos de abuso sexual

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Un obispo chileno reconoció el daño causado a las personas que fueron abusadas sexualmente por sacerdotes y el mal manejo de los casos por parte de los líderes eclesiales del país.

“Yo no digo quizá, hemos cometido errores, que es distinto. Tendríamos que estar en una conferencia de prensa de muchas horas. Varios errores”, dijo el obispo Juan Ignacio González Errázuriz de San Bernardo.

El obispo González y el obispo auxiliar Fernando Ramos Pérez de Santiago se reunieron con periodistas el 14 de mayo, víspera de una reunión de tres días con el papa Francisco y 34 obispos chilenos.

Los obispos están reunidos en el Vaticano del 15 al 17 de mayo para discutir con el papa Francisco el manejo de las alegaciones de abuso sexual por sacerdotes.

Repitiendo las palabras de la carta del 11 de abril del papa Francisco a los obispos chilenos, el obispo Ramos le dijo a los periodistas que los obispos sienten “dolor y vergüenza” por los abusos cometidos.

“Recibir la información de que al interior de nuestra comunidad se produjeran abusos sexuales fue algo que a mucha gente ha dejado bajo shock, porque es algo inaceptable e intolerable desde todo punto de vista”, dijo el obispo Ramos.

Al preguntársele si ellos tenían la intención de hacer lo mismo que el papa y pedirle perdón a los sobrevivientes, el obispo Ramos dijo que atender a las heridas “de las víctimas es un imperativo moral para nosotros muy grande”.

“Así como Jesús dice que hay que entregar el perdón no siete veces, sino que setenta veces siete, parafraseando al Señor, quizás no solo tenemos que pedir perdón siete veces sino que setenta veces siete. Nosotros tenemos la plena disponibilidad para pedir perdón, pero que ese perdón realmente sea reparador, ese es nuestro anhelo más profundo”, él dijo.

Recientemente tres sobrevivientes chilenos del abuso que se reunieron con el papa Francisco criticaron fuertemente a los obispos, acusándolos de informar mal al papa respecto a la realidad del abuso sexual en el país.

El papa Francisco invitó a Juan Carlos Cruz, José Andrés Murillo y James Hamilton a alojarse en la Casa Santa Marta, la residencia vaticana donde él vive, y a reunirse con él individualmente del 27 al 29 de abril. Ellos se reunieron otra vez con él en grupo el 30 de abril.

Informando a los periodistas el 2 de mayo sobre su reunión con el papa, los sobrevivientes leyeron una declaración conjunta diciendo que durante “10 años hemos sido tratados como enemigos porque combatimos el abuso sexual y el encubrimiento de la iglesia”.

Cruz dijo que le dijo al papa cómo él había sido demonizado por el cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago, y por su sucesor, el cardenal Riccardo Ezzati, en un mensaje de correo electrónico entre los dos prelados que fue filtrado. Aunque informes dijeron inicialmente que el cardenal Errázuriz no estaría asistiendo a la reunión, el 13 de mayo él abordó en Santiago un avión que aterrizó en Roma.

Cruz dijo que le contó al papa Francisco “cómo estos dos hombres carecían de respeto hacia una persona, lo cual era conocido porque le hicieron lo mismo a Jimmy (Hamilton) y a José (Murillo). Me llamaron serpiente, me llamaron de todo. Se lo dije al Santo Padre y él dijo que estaba herido”, dijo Cruz.

Cuando se le preguntó si ellos también recibieron una disculpa de los obispos de Chile, Cruz dijo: “El papa Francisco pidió perdón para sí mismo y a nombre de la iglesia universal. Los obispos de Chile no saben pedir perdón”.

El obispo González le dijo a los periodistas que las víctimas tienen que continuar en el centro de las discusiones. Él también dijo que se reunió con incontables víctimas en su diócesis y que “conoce a los sobrevivientes que se reunieron con el Santo Padre”.

Poco después de la conferencia de prensa Cruz tuiteó: “No lo he visto en mi vida. La verdad según los obispos de Chile es bien distinta a la que vivimos todos”.

“Mi conclusión respecto a la conferencia de prensa de los obispos chilenos (Ramos y González) es que son grandes actores, que ven una realidad y una verdad totalmente distinta a la que vemos la gente común y que se vuelvan luego al planeta donde viven”.
Varios obispos chilenos llegaron más temprano ese día al aeropuerto Fiumicino de Roma para la próxima reunión con el papa Francisco.

El obispo Christian Caro Cordero de Puerto Montt le dijo a los periodistas a su llegada: “Yo no diría que hay una crisis en la iglesia. Diría que hay un problema serio que tiene que ser confrontado, pero no una iglesia en crisis”.

Sin embargo, en un comunicado del 12 de mayo la oficina de prensa del Vaticano dijo que el papa Francisco estaba preocupado por las “circunstancias y los desafíos extraordinarios planteados por los abusos de poder — sexuales y de consciencia — que han sucedido durante las últimas décadas”.

El papa “considera necesario examinar profundamente las causas y las consecuencias, así como los mecanismos que en algunos casos llevaron al encubrimiento y a serias omisiones respecto a las víctimas”, dijo el Vaticano.