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Obispo de México abre diálogo con el crimen organizado

En lo que ha sido catalogado como un acto controversial y poco común, el Obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Mons. Salvador Rangel , OFM, ha entablado conversaciones con los capos del narcotráfico en el violento estado de Guerrero, según un reporte de la agencia noticiosa BBC Mundo.

Mons. Salvador Rangel Mendoza, obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa. (Foto cortesía)

“Yo creo que cualquier cosa que hagamos a favor de la paz es bueno”, dijo el obispo en una entrevista con la BBC. Asimismo aseveró que los evangelios apoyan sus acciones. “Jesús dijo que hay que buscar a la oveja perdida”, asegura.

El obispo aseguró que este dialogo está encaminado a disminuir la ola de violencia y muerte que comenzó hace 12 años, cuando el entonces presidente de México, Felipe Calderón, le declaró la guerra a los carteles del narco de la región, lo que ha dejado un saldo de por lo menos 10 mil muertos, según cifras oficiales del gobierno.

Conferencia de prensa Obispo Salvador Rangel Mendoza

Posted by Codipacs Chilpancingo-Chilapa. on Sunday, May 20, 2018

“Sabemos que muchas partes del estado están en manos del narcotráfico”, dijo el obispo Rangel A la BBC, añadiendo que Guerrero “es uno de los estados donde más se produce la amapola, de la que se saca la goma de opio y la heroína. Por eso aquí se da mucho la lucha por el territorio entre bandas por el mercado de la droga. Al gobierno ya se le escapó el problema de las manos”.

Ante esto, el gobierno local de Guerrero se ha mostrado en contra de estas conversaciones y le ha pedido al obispo que omita el contacto con los capos, según el reporte de BBC.

Rangel sostiene que “yo debo ir a buscar a la oveja perdida. En ese sentido yo estoy buscando a los narcos porque creo en la bondad. Yo creo que cada persona tiene una rendijita de bondad o de bien. Y es ahí donde nosotros podemos influir”.

Rangel asegura que recibió el apoyo total de los obispos de México durante la conferencia episcopal del mes pasado y que seguirá al pie de la letra las enseñanzas del Papa Francisco de ‘ir a las periferias existenciales, a esos lugares donde nadie va’. “Para mí una periferia existencial es el mundo del narco. ¿A qué vamos? Yo hablo con los narcos para sembrar semillitas de bondad, semillitas de evangelio”, concluyó el obispo.