WASHINGTON—La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) estaba programada para reunirse en su Asamblea Anual de Primavera del 10 al 12 de junio en Detroit. Pero dada la situación actual originada por el coronavirus, que ha sido clasificado como una pandemia por la Organización Mundial de la Salud, el Comité Administrativo votó esta semana para aprobar la cancelación de la Asamblea de junio.

Al anunciar la decisión, el arzobispo José H. Gomez de Los Ángeles, presidente de la USCCB, dijo: “El Comité Administrativo tomó esta decisión muy difícil tomando en consideración múltiples factores, siendo lo más importante la salud, el bienestar y la seguridad de los cientos de obispos, personal, observadores, invitados, afiliados, voluntarios, contratistas y representantes de los medios de comunicación involucrados en las reuniones generales. Además, inclusive si las numerosas restricciones temporales sobre las reuniones públicas asociadas con el COVID-19 disminuyeran para junio, la prioridad de los obispos será su presencia física y pastoral en sus sedes para servir a sus fieles”.

Esta es la primera vez en la historia de la Conferencia Episcopal que se cancela una asamblea plenaria. Los estatutos de la USCCB establecen que una asamblea plenaria se convocará al menos una vez al año. En tal sentido, la reunión de la asamblea general de noviembre en Baltimore (programada para el 16 y 19 de noviembre) cumpliría con este requisito.