CIUDAD DEL VATICANO (CNS)—. Los obispos estadounidenses dijeron que discutieron con el papa Francisco cómo la iglesia en Estados Unidos ha sido “herida por el mal del abuso sexual”.
“Escuchó profundamente desde el corazón”, decía un comunicado emitido después de la reunión del papa con los prelados el 13 de septiembre.
President of U.S. Bishops’ Conference Issues Statement Following Meeting with Pope Francis pic.twitter.com/AmaGN6HWTc
— US Catholic Bishops (@USCCB) September 13, 2018
El papa se reunió en el Vaticano junto con el cardenal Daniel N. DiNardo, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, cardenal Sean P. O’Malley de Boston, presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, el arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, vicepresidente de la USCCB, y Monseñor J. Brian Bransfield, secretario general de la conferencia.
La declaración de la USCCB dice que el encuentro fue “un intercambio prolongado, fructífero y bueno”, pero no entró en detalles sobre lo que se discutió o si se tomaron o prometieron medidas concretas.
“Esperamos continuar activamente nuestro discernimiento juntos, identificando los próximos pasos más efectivos”, dijo la declaración.
El cardenal DiNardo anunció originalmente que solicitaba una reunión con el papa Francisco el 16 de agosto. Pidió la reunión después de la publicación de un informe del gran jurado de Pensilvania sobre casos de abuso sexual en seis diócesis de Pensilvania y después de acusaciones públicas creíbles de abuso sexual de menores cometidas por el arzobispo Theodore E. McCarrick, el ex cardenal-arzobispo de Washington. Dos diócesis también documentaron acusaciones de contacto inapropiado entre el arzobispo McCarrick y seminaristas que resultaron en acuerdos monetarios de más de $100,000 entre la iglesia y presuntas víctimas.
En una declaración del 16 de agosto, el cardenal DiNardo dijo que el Comité Ejecutivo de la USCCB había establecido tres objetivos: una investigación de las preguntas sobre el arzobispo McCarrick, una apertura de canales nuevos y confidenciales para denunciar a los obispos, y una manera más efectiva para la resolución de futuras quejas.
Los obispos de Estados Unidos solicitaron específicamente que el Vaticano conduzca una visita apostólica para responder a las preguntas que rodean el caso del arzobispo McCarrick. El abrir un nuevo proceso para reportar quejas contra obispos y buscar una resolución más efectiva de tales quejas requiere el apoyo y la participación del Vaticano, ya que solo el papa tiene la autoridad para disciplinar o retirar a obispos.
Después de que el arzobispo Carlo Maria Viganò lanzó acusaciones en contra del papa, diciendo que el papa Benedicto XVI impuso sanciones contra el arzobispo McCarrick y que esas sanciones fueron ignoradas por el papa Francisco, el cardenal DiNardo emitió otra declaración el 27 de agosto pidiendo una examinación rápida y completa para ver cómo fuertes faltas morales de un hermano obispo “podrían haber sido toleradas por tanto tiempo “.
La declaración del arzobispo Viganò “trae un enfoque particular y urgente” a esa examinación, dijo la declaración del cardenal. “Las preguntas planteadas merecen respuestas que sean concluyentes y basadas en la evidencia”.