CIUDAD DEL VATICANO (Por Junno Arocho Esteves/CNS)—. El papa Francisco emitió decretos que adelantan las causas de santidad de cuatro candidatos, incluyendo una viuda de México que fundó grupos para laicos y dos congregaciones religiosas.

Durante una reunión con el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el papa firmó un decreto el 8 de junio reconociendo un milagro atribuido a la intercesión de la venerable Concepción Cabrera Arias, abriendo el camino para su beatificación. Otro milagro es necesario para su canonización.

La venerable Cabrera nació el 8 de diciembre de 1862 en San Luis Potosí, México y era conocida por sus devociones y sus escritos espirituales. Ella se casó con Francisco Armida en 1884 y tuvieron nueve hijos antes de la muerte de su esposo en 1901.

Dentro de su legado se cuenta la fundación de las “Obras de la Cruz”, que incluyen una orden religiosa de mujeres, una de hombres y apostolados para laicos. Concepción Cabrera murió en Ciudad de México en 1937 y fue declarada venerable por san Juan Pablo II en 1999.

El papa también reconoció el martirio del obispo argentino Enrique Ángel Angelelli Carletti de La Rioja, de los padres Carlos Murias y Gabriel Longueville y de un laico, Wenceslao Pedernera.

El obispo Angelelli fue asesinado el 4 de agosto de 1976 mientras regresaba de celebrar Misa para dos sacerdotes que habían sido asesinados un mes antes. Pedernera fue asesinado una semana después de los padres Murias y Longueville.

El obispo argentino había reunido evidencia respecto a la participación de la milicia en la muerte de los dos sacerdotes y fue marcado para asesinato por el gobierno dictatorial. El automóvil en que él viajaba fue obligado a salirse de la carretera.

Aunque una autopsia reveló que él murió debido a golpes, en aquel momento las autoridades declararon su muerte como un accidente. El gobierno democrático recién establecido en Argentina en 1986 confirmó que su muerte fue un homicidio.

El reconocimiento del martirio significa que los cuatro pueden ser beatificados, que es un paso hacia la santidad, sin necesidad de un milagro atribuido a su intercesión.

Los otros decretos firmados por el papa reconocen los milagros atribuidos a:

• El beato Nunzio Sulprizio, laico italiano que nació el 13 de abril de 1817 y murió en Nápoles en 1836.

• La venerable Guadalupe Ortiz de Landazuri, laica española y miembro de Opus Dei, nacida en Madrid en 1916 y quien murió en 1975.