CIUDAD DEL VATICANO (Por Carol Glatz/CNS) — Si el papa Francisco alguna vez planea hacer un viaje apostólico al espacio, ya no tendría que preocuparse por el traje de astronauta, después de recibir uno hecho a la medida con parches de la bandera argentina, su escudo papal y un par de alas de ángel con su nombre, Jorge M. Bergoglio.
El traje espacial también tiene añadido un manto blanco, o una capa corta, de modo que no haya equivocación de que él todavía es el papa.
Los regalos fueron entregados al papa el 8 de junio por el astronauta italiano Paolo Nespoli y otros cuatro astronautas que regresaron de la Estación Espacial Internacional en dos grupos en diciembre y febrero.
La delegación de la misión de la Expedición 53 también incluyó el comandante Randy Bresnik de Fort Knox, Kentucky; Joe Acaba de Inglewood, California; Mark Vande Hei de Falls Church, Virginia; Sergey Ryazanskiy de Moscú; y algunos de sus parientes.
Ellos habían solicitado una audiencia con el papa durante su visita a Italia después del vuelo para poder conocerlo personalmente después de haber hablado con él vía satélite en octubre, dijo Bresnik a Catholic News Service.
Recordando esa conversación desde el espacio, Bresnik, quien es bautista, dijo: “Fue interesante ver a los católicos de nuestra tripulación, a los ortodoxos orientales, verlos a todos energizados al hablar con el papa, con lo que él representa”.
Fue maravilloso poder decirle al papa durante la conexión cómo era ver “la creación de Dios desde su perspectiva y cuán hermosa y frágil es”, dijo Bresnik.
La vista de la Tierra desde el espacio también muestra un mundo sin fronteras, él dijo. “No hay choques. Solo ves esta diminuta atmósfera que es la diferencia entre la vida y la muerte en este planeta”.
“Creo que toca a la gente en su alma. Creo que nadie regresa sin un sentido de un ser superior. La mayoría regresa pensando ‘eh, Dios hizo una obra sorprendente'”, dijo Bresnik.
Al preguntársele si le sorprendió que tantos tripulantes fueran personas religiosas y cómo la fe encuadra en su trabajo en el campo de la ciencia, él dijo: “Parece que mientras más aprendemos de la ciencia, más se fortalece nuestra fe porque muestra lo que no sabemos y cuán complejo es”.
El hijo de Bresnik, Wyatt, de 12 años de edad, le mostró a los reporteros su Biblia; su padre la había llevado al espacio y Wyatt le pidió al papa que la firmara durante la audiencia privada.
Acaba dijo a CNS que cree que la cooperación internacional que es necesaria en la Estación Espacial Internacional puede ayudar a la humanidad en su búsqueda de la paz.
“Siempre hay política sucediendo” acá en la Tierra, “pero la estación espacial es importante para muchos países, así que todos aprendemos a trabajar juntos para mantener en marcha ese proyecto”, él dijo. “Creo que si podemos hacer eso por la estación espacial eso es un ejemplo de lo que podemos hacer por otras cosas que consideramos importantes”.