Con una misa celebrada en tres idiomas (inglés, español y tagalog) la comunidad de San Patricio, en Long Island City, celebró los 150 años de su nombramiento canónico como parroquia, en 1869, año en el que la iglesia fue solemnemente dedicada un día 3 de octubre.
El actual párroco, el padre Robert M. Powers, concelebró la misa, junto al padre Charles F. Gilley, quien reside en la parroquia, Mons. John F. Casey, el padre Peter Nguyen (párroco de la vecina parroquia de Nuestra Señora del Carmelo, en Astoria), y Mons. Jamie Gigantiello, quien estuvo a cargo de la predicación. El diácono Carlos Trochez proclamó el Evangelio en español y en inglés.
En su muy emotiva homilía, Mons. Gigantiello recordó su infancia como miembro de la comunidad parroquial de Saint Patrick. En línea con la lectura del evangelio del día, en el que los discípulos piden a Jesús que les aumente la fe, Mons. Gigantiello enfatizó la importancia de la comunidad parroquial como uno de los pilares de la vida espiritual.
“Dios vive,” explicó Mons. Gigantiello, “en los sacerdotes que atienden fielmente a su ministerio y a su grey; en los ministros laicos que se dedican a su parroquia y a sus servicios; en la comunidad que se reúne en la parroquia semana tras semana, día tras día, unida en oración.”
“Mi vocación nació en esta parroquia, en esta comunidad. Quería cantar en el coro y, después de varios intentos, la directora me sugirió que quizá tendría más talento para servir en el altar que para cantar,” contó Mons. Gigantiello, despertando las risas de la audiencia. “De un ministerio como el musical pueden salir vocaciones. Todo puede ser ocasión para hacer crecer la fe en la comunidad,” sugirió.
La parroquia de Saint Patrick ha sido, históricamente, una parroquia excepcionalmente diversa. Del mismo modo en el que italianos e irlandeses encuentran en Saint Patrick un hogar espiritual, un gran número de feligreses de raíces hispánicas (principalmente mexicanos y ecuatorianos) se ha integrado a la comunidad.
Lo mismo puede decirse de una creciente población filipina, que ha conformado además un apostolado musical en la parroquia, con un coro encargado del canto durante la comunión.
Además, el boom en la construcción de edificios residenciales alrededor de la parroquia, según comentó el padre Powers a Nuestra Voz, ha hecho que muchos de los nuevos residentes del área (algunos de ellos venidos de otras partes del país, y del mundo) se hayan integrado a la comunidad parroquial.
Después de la celebración eucarística, la comunidad parroquial en pleno (sacerdotes, ministros laicos, y feligreses en general) disfrutaron juntos de una reunión de gala por el aniversario de la parroquia, con un almuerzo amenizado con música bailable en el célebre salón de eventos local Riccardo’s By The Bridge, quienes desde hace cuatro generaciones han también pertenecido a la comunidad parroquial de Saint Patrick.