Camino a la privatización va la agencia de suministro de energía eléctrica de Puerto Rico tras meses de controversias y graves fallas en el proceso de restauración del servicio que fue destruido en su totalidad durante el paso del huracán María en septiembre pasado.
Un tercio de la población aún se encuentra a oscuras y de acuerdo a investigaciones de agencias federales y el sector privado que aún se encuentran trabajando en la isla, la autoridad pública de energía eléctrica ha sido calificada de obsoleta y carente de los requisitos básicos para evitar nuevos apagones en Puerto Rico.
El gobernador Ricardo Roselló hizo el anuncio denunciando a la agencia por presuntas malas gestiones y corrupción.
En noviembre, el director de la compañía fue obligado a renunciar después de que no solicitó ayuda inmediata a sus contrapartes en Estados Unidos tras el paso de María. En su lugar, la agencia otorgó un contrato multimillonario para la restauración del servicio a una compañía poco conocida que fue cancelado poco después.
Recientemente, también se culpó a altos funcionarios de la agencia de no distribuir piezas de necesidad urgente que se encontraban en uno de sus almacenes aun cuando había reparaciones sin hacer debido a la falta de suministros.