EL PAPA FRANCISCO se convertirá en el tercer papa en visitar Colombia; el primero fue Pablo VI en 1968 y el segundo, san Juan Pablo II en 1986. Cada papa ha besado esta tierra, empapada en su particular historia, para abrir los surcos de la fe y sembrar más esperanza.
De acuerdo con el periodista Javier Darío Restrepo —quien cubrió la visita del papa Pablo VI para El Tiempo—, el papa Pablo VI invitó a Colombia a sembrar la justicia como el medio de intervenir en la revolución desesperada de los campesinos y de este modo, entonces, prevenir que los brotes de violencia ya existentes estallaran con mayor fuerza en la sociedad colombiana. Después de tres días, Pablo VI se despidió diciendo, “Colombia, te llevo en mi corazón” y dejando al 90 por ciento de los católicos colombianos rebosantes de esperanza y de alegría.
Sin embargo, dieciocho años después llegó el hoy santo, Juan Pablo II, a besar el suelo de una Colombia flagelada por los petardos de una guerra absurda y adolorida por las fatídicas consecuencias del narcotráfico. Hechos como la toma del Palacio de Justicia por la ‘guerrilla’ de Colombia y el terremoto de Armero, ambos ocurridos en el año de 1985, aumentaban el dolor en el país.
A esta tierra afligida pero también bella llegó el papa Juan Pablo II, durante ocho días, para sembrar la paz y la esperanza en los surcos dolientes de un pueblo que lo recibió con mucha alegría y fervor. El papa Juan Pablo II se despidió dejando en los colombianos un cataplasma de paz, el pueblo colombiano comenzaba ya entonces a soñar con recorrer el camino casi interminable de la paz.
Ahora, treinta y un años después, llegará el papa Francisco a visitar a Colombia y al 79 por ciento de sus ciudadanos que actualmente se describen como católicos. Y podríamos los colombianos hoy decir felizmente al papa Francisco que Colombia ha firmado la paz. Sin embargo, Francisco encontrará una Colombia que ha firmado de manera controversial un acuerdo de paz con las FARC, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, como una manera de hacer camino a la esperanza.
Por otra parte, Colombia está dividida entre sus deseos de paz y de un acuerdo de paz con el cual, la mayoría de los colombianos firmaron en un plebiscito que no están de acuerdo. Las FARC están entregando sus armas, pero el pueblo colombiano no ha desarmado aún sus corazones para abrirse totalmente al perdón y a la reconciliación.
Para eso llega Francisco a Colombia. El Pontífice hace un viaje exclusivo a nuestro país para traernos un mensaje de reconciliación, una invitación a desarmar los corazones para vivir en justicia y gozar de los frutos de la paz verdadera. El papa Francisco lo dijo en su comunicado del 26 de septiembre del 2016: “Cuando el acuerdo de paz esté blindado por el plebiscito y sea reconocido por la comunidad internacional, iré a Colombia a enseñar paz”.
De acuerdo con el Centro Nacional de Consultoría en Colombia, el 84 por ciento de los colombianos tiene una imagen muy positiva del papa Francisco. Por esta razón, el país está feliz preparando ya el recibimiento del pontífice, el representante de Cristo, que estará en Colombia desde 6 hasta el 10 de septiembre visitando Bogotá, Medellín, Villavicencio y Cartagena.
La visita de cinco días del papa Francisco traerá resultados muy positivos a diferentes niveles en Colombia que podremos después leer a la luz de los lentes de la paz. Dios permita recibir a Francisco diciendo “¡Que viva el Papa!”, mientras él seguramente besa suelo colombiano.