Puede que falten dos años para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa, pero eso no impide que los jóvenes de la Diócesis de Brooklyn la celebren ahora.
El domingo de Pentecostés (23 de mayo), la Misión San Damiano celebró su primera misa internacional a nivel diocesano, orando por los jóvenes y adultos jóvenes, en preparación espiritual para la próxima JMJ que tendrá lugar en Portugal.
La Misa especial se realizó en ocho idiomas, incluidos polaco, eslovaco y francés. “Siento que el Espíritu Santo nos invitó aquí”, dijo el padre Emil Parafiniuk, nuevo director de Formación de Jóvenes y Jóvenes Adultos de la diócesis, durante su homilía. “No es casualidad que estemos aquí [porque], queridos hermanos y hermanas, el Espíritu Santo hace que todo sea posible”.
Orar por la JMJ el día 23 de cada mes, en honor al evento tan esperado de 2023, fue una de las primeras iniciativas del padre Parafiniuk una vez que se mudó a Nueva York desde Polonia a fines de marzo.
Y el padre Parafiniuk ciertamente conoce los entresijos de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Anteriormente se desempeñó como director de la Oficina de Jóvenes y Adultos Jóvenes en la Diócesis de Varsovia-Praga, Polonia, y fue director de la Oficina Nacional para las Jornadas Mundiales de la Juventud en su país natal.
También trabajó en la JMJ a nivel nacional cuando se celebró en Cracovia, Polonia, en 2016, y organizó peregrinaciones de jóvenes feligreses polacos a las Jornadas Mundiales celebradas en Madrid (España), Río de Janeiro (Brasil) y Ciudad de Panamá (Panamá) en 2011, 2013 y 2019, respectivamente.
La fecha de la primera misa internacional no podría haber sido más perfecta, según el padre Cristiano Pinheiro, administrador de la Misión San Damiano.
“Creo que fue realmente providencial que iniciemos la celebración en la solemnidad de Pentecostés porque Dios es el creador de la unidad”, dijo el padre Pinheiro, al explicar que la JMJ está “en el ADN” de la comunidad católica Shalom. “Soy amigo del padre Emil desde hace mucho tiempo, desde que estudíabamos en Roma, y nuestra comunidad trabajó con él en Panamá”.
“Siempre estuvimos conectados en estos grandes eventos para la juventud y ahora ambos terminamos aquí en Brooklyn al azar”, continuó. “Solo el Espíritu Santo podría haber hecho tal cosa al ponernos juntos a colaborar”.
La Misión San Damiano continuará organizando misas internacionales de la JMJ el 23 de cada mes hasta el final del año calendario.
Sin embargo, el padre Parafiniuk también ha invitado a toda la diócesis a participar en esta celebración mensual dentro de sus propias parroquias y ministerios juveniles.
El padre Pinheiro espera que más jóvenes acepten orar por la JMJ en lo que él llama las futuras “mini Jornadas Mundiales de la Juventud” y “mini Pentecostés”.
“Como pequeñas efusiones del Espíritu Santo que agrandarán nuestro corazón, mes a mes, y nos permitirán crecer en nuestra misión de llegar a los jóvenes y prepararnos para la Jornada Mundial de la Juventud”, dijo.