Durante la Pascua 2018, la Oficina de Filatelia y Numismática de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano eligió una obra suya en lienzo como imagen del sello postal vaticano. La estampilla del ‘Cristo Resucitado’, del artista español Raúl Berzosa Fernández, que puede adquirirse en cualquier oficina postal en Ciudad del Vaticano, tiene un valor de 0.95 euros y formó parte de la serie “Faces of Christ”, una colección de arte sacro que se expuso en Inglaterra.
Raúl Berzosa nació en Málaga el 20 de abril de 1979 y su pasión por el arte comenzó cuando apenas tenía 13 años. Hoy este joven y talentoso artista plástico recibe encargos directamente de la Santa Sede y sus pinturas han traspasado fronteras, llegando incluso a otros continentes. Apreciar sus pinturas es reconocer que Dios da grandes dones.
Nuestra Voz habló con Berzosa, quien nos contó de su carrera y de los motivos detrás de sus creaciones.
Nuestra Voz: ¿Cuáles son las obras que te ha comisionado especialmente la Santa Sede?
Raúl Berzosa: Son dos por parte de la Oficina Filatélica y Numismática del Vaticano, una para celebrar el 80 cumpleaños del Papa Francisco en el año 2016 y otra en el año 2017 para conmemorar el cincuenta aniversario de la encíclica “Populorum Progressio” promulgada por Pablo VI.
¡El Vaticano emite un sello con una pintura mía para la Pascua 2018!
El sello está a la venta en las oficinas de correos del Vaticano, el valor es de 0,95€ y tendrá una tirada máxima de 250.000 series completas. El lienzo utilizado es "Cristo Resucitado"(2016). Un honor enorme pic.twitter.com/WgclVyVkVZ— Raúl Berzosa (@Raul_Berzosa) February 27, 2018
Para el Pontificio Colegio Urbano de Propaganda Fide, perteneciente al Vaticano, he realizado dos retratos, uno de S. Juan Pablo II y otro del papa Francisco. Actualmente trabajo en un tercer retrato, en este caso el del papa emérito Benedicto XVI.
La Oficina Filatélica y Numismática ha utilizado otras obras mías para ilustrar sellos postales como es el caso del V Centenario del nacimiento de San Felipe Neri y Santa Teresa de Jesús (2015) o el que circula con motivo de la Pascua este año.
Así mismo la Santa Sede ha tenido en cuenta mis obras para ilustrar las portadas de libretos para distintas ceremonias. Mis pinturas también aparecen en canales de información que tiene la Santa Sede en las redes sociales.
NV: Juan Pablo II hablaba de la evangelización a través del arte ¿en tu caso cómo lo aplicas?
RB: Me parece fundamental que las obras sirvan para evangelizar, sean una herramienta para la fe, en ese sentido la belleza es prioritaria en el arte sacro porque nos acerca a Dios. Veo que mis pinturas llegan a las personas, las conmueve. Siento una gran emoción cuando veo a algunas personas rezar delante de mis pinturas.
NV: ¿Cómo ha evolucionado tu obra desde las primeras piezas de arte sacro hasta tu trabajo actual?
RB: Comencé a mediados de los años 90 a realizar mis primeras obras religiosas basadas en las sagradas imágenes de Hermandades y Cofradías. Posteriormente intento crear mis propias composiciones. En ese sentido ha habido una evolución tanto técnica como iconográfica.
Soy licenciado en Historia del Arte así que esa carrera me ayudó a formar mejor mis pinturas. Técnicamente también sigo mejorando, yo personalmente noto como mis obras evolucionan de un año para otro.
NV: ¿En qué proyectos trabajas actualmente?
RB: Actualmente tengo varios proyectos entre manos, uno de ellos para Jesuit High School de Tampa (Florida). Está conformado por cinco lienzos grandes y dos más pequeños. En los de gran formato aparecen santos jesuitas. Es un placer advertir cómo hoy en día se sigue cuidando con esmero al edificar una capilla de nueva planta, y es un auténtico orgullo ver que mis obras van a estar en una capilla diseñada por el gran arquitecto estadounidense Duncan Stroik, profesor de arquitectura de la Universidad de Notre Dame.
Por otro lado estoy trabajando en algunos proyectos para Guatemala, Chicago, Roma, Islas Azores. Gracias a Dios tengo mucho trabajo que realizar, y en general es algo que veo también en el caso de otros artistas, hay una necesidad de arte sacro en nuestros días.
NV: ¿Cuál ha sido tu sueño desde que descubriste tu vocación?
RB: No suelo ponerme metas pero, sinceramente, nunca soñé con que mis pinturas iban a ser tenidas en cuenta en el Vaticano o en el extranjero. Doy gracias a Dios por todo lo que avanzo en la pintura y porque estas sirven y llegan a los fieles.
Soy muy afortunado por poder dedicarme a lo que me gusta, la pintura y principalmente al arte sacro.
NV: ¿Qué plasmas en tus obras?
RB: Principalmente mi fe, mis convicciones, siempre he pensado que para poder representar algo tienes que sentirlo, sino es así puedes hacer una obra técnicamente buena pero seguramente fría pues no consigues transmitir algo que no sientes.
NV: ¿Algún proyecto que hayas querido hacer pero no has podido realizar?
RB: Me haría ilusión tener una obra en Jerusalén, en la tierra de Jesús. Pero quién sabe, a lo mejor un día se hace realidad.