WASHINGTON—. El lunes en la noche, el Senado rechazó el Proyecto de Ley de Protección a los Sobrevivientes del Aborto Nacidos Vivos, una legislación que prohíbe el infanticidio al garantizar que un niño nacido vivo después de un aborto reciba el mismo grado de cuidado para preservar su vida y salud que cualquier otro niño nacido vivo a la misma edad gestacional.
El Senado no aprobó la moción para pasar el proyecto de ley en una votación de 53 a 44 con 3 abstenciones. En el Senado, se necesitan 60 votos para superar a un filibustero y aprobar un proyecto de ley.
Catholic Bishops’ Pro-Life Chairman Says Senate Rejection of Born-Alive Abortion Survivors Protection Act should horrify and anger the American people.
Full statement: https://t.co/ztAQKoocW9#BornAliveAct pic.twitter.com/rLI407AJEp— US Catholic Bishops (@USCCB) February 27, 2019
El Arzobispo Joseph F. Naumann, Presidente del Comité de Actividades Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, emitió en respuesta el siguiente comunicado:
“No debería haber un proyecto de ley más fácil de aprobar por el Senado que uno que deja en claro que matar a los recién nacidos es incorrecto y no debe ser tolerado. Que incluso un senador, y mucho menos 44 senadores votaran en contra de la Ley de Protección de sobrevivientes del aborto nacidos vivos, es una injusticia que debería horrorizar e irritar al pueblo estadounidense y comprometernos a tomar medidas políticas decisivas. Un voto en contra de este proyecto de ley es un voto para extender la licencia de Roe v. Wade para matar a niños por nacer, para matar a bebés recién nacidos. El pueblo estadounidense, la gran mayoría de los cuales apoya este proyecto de ley, debe exigir justicia para los niños inocentes”.
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