REGO PARK – La Misa de la Esperanza y la Sanación regresó el jueves 13 de octubre con un mensaje multifacético de pedido de perdón, empatía y acercamiento a los sobrevivientes de los abusos sexuales en la Iglesia.
La misa, que se celebró en la iglesia de la Resurrección-Ascensión, en Rego Park, fue la primera desde 2019, antes de que comenzara la pandemia, y fue celebrada por el obispo Robert Brennan, que llegó a la diócesis de Brooklyn hace casi un año.
En ese momento, el obispo Brennan se comprometió a reunirse con los supervivientes, escuchar sus historias, atender sus preocupaciones y aprovechar los esfuerzos anteriores de la diócesis para ayudarles a sanar. Renovó esa promesa durante su homilía del jueves.
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“La Iglesia debería haber sido un santuario para ustedes. Lamento profundamente que haya sido un lugar de sufrimiento”, dijo el obispo Brennan. “De hecho, lo que ustedes sufrieron no es su culpa, no es su obra. Lo siento mucho. Lo siento de verdad”.
El obispo Brennan invitó a los supervivientes y a los fieles de la Iglesia a encontrarse con Jesucristo con la súplica de curar las heridas del trauma y de liberarse de la culpa y el autodesprecio que los supervivientes sufren injustamente.
Añadió la esperanza de que Cristo desafíe a todos “a cuidarse unos a otros”.
” Invocamos a Él”, dijo el obispo Brennan. ” Invocamos a Aquel que nos ama. A Aquel que nos muestra el camino hacia la ternura, hacia la paz y hacia la curación”.
Antes de la bendición, el obispo Brennan pidió un favor a la comunidad de supervivientes.
“Humildemente”, dijo, “¿puedo pedirles sus oraciones? Para que pueda aprender de ustedes. Y pueda servirles bien.
“Sé que todavía tengo mucho que aprender, pero, por favor, espero que sepan que los quiero muy, muy sinceramente. Quiero hacerlo lo mejor posible, lo mejor que podamos. Así que, por favor, recen por todos nosotros, para que podamos responder a la llamada de Dios a la curación y a la plenitud”.
Junto al obispo Brennan en el altar estaba su predecesor, el obispo emérito Nicholas DiMarzio, que ayudó a establecer la Misa de la Esperanza y la Sanación en 2015. Concelebró la misa, junto con el obispo auxiliar Witold Mroziewski.
Asistieron veinticuatro sacerdotes de toda la diócesis.
También asistieron Maryellen Quinn, directora de la Oficina de Protección de la Infancia y la Juventud, y Elizabeth Harris, contratada recientemente como coordinadora de asistencia a las víctimas de la diócesis. Harris es una detective jubilada de la policía de Nueva York que trabajó durante más de una década en la Brigada de Abuso de Menores de Manhattan.
Tras la misa, los supervivientes tuvieron la oportunidad de hablar con los miembros de la Oficina de Protección de la Infancia y la Juventud.
Para obtener información, visite el sitio web de la Diócesis de Brooklyn y haga clic en “Proteger a nuestros niños”.
Se anima a cualquier persona que sea víctima de abusos sexuales dentro de la diócesis a llamar a la línea de denuncia confidencial (888-634-4499). La llamada conecta directamente con las autoridades policiales.