A las 20 horas de ayer la Oficina de Prensa de la Santa Sede publicò un breve comunicado anunciando que “El Santo Padre aceptó la renuncia al cargo de Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y de los derechos relacionados con el cardenalato, presentada por Su Eminencia el cardenal Giovanni Angelo Becciu”.
Inmediatamente, todos los medios comenzaron a especular que en realidad se trataba de una decisión relacionada al escándalo económico de octubre del año pasado ocasionado por un negocio inmobiliario de 200 millones de dólares para la compra de un edificio de 17.000 metros cuadrados en Londres con dinero presuntamente proveniente del óbolo de san Pedro, que son las donaciones que arriban al Santo Padre para la caridad y el mantenimiento de la Curia Romana.
La decisión de Bacciu vino, según sus propias afirmaciones, luego de una reunión en el que el Papa le dijo que habia que “ya no confiaba en él”, luego de haber leído el informe donde los Magistrados le informan que habría cometido actos de malversación.
El Prelado dio hoy una conferencia de prensa para presentar su defensa, en la que comenzó diciendo lo difícil que le resultaba estar ahí para hablar de él mismo, a pesar que tantas veces había presidido conferencias de prensa para hablar de otros temas “me siento aturdido” confesò. El ex Prefecto de la Causa de los Santos relatò como su vida había cambiada desde ayer a las 18:02 cuando se encontrò con el Papa, “hasta ese momento me sentía amigo del Papa, fiel ejecutor del Papa.”
No obstante la difícil situación por la que atraviesa, no ha dado lugar a ninguna critica respecto al santo padre haciendo una firme afirmación: “Renuevo mi confianza en el Santo Padre. Al convertirme en cardenal prometí dar mi vida por la Iglesia y por el Papa. Hoy renuevo mi confianza”.
Respecto al escándalo del negocio inmobiliario en Londres, Becciu dijo que “el tema del palacio de Londres no fue tocado en la entrevista con el Papa” y agregó que el Óbolo San Pedro “no fue tocado para el Palacio de Londres, la Secretaría de Estado tenía un fondo que era necesario hacerlo madurar, mantenerlo vivo ”.
Finalmente negó todas las acusaciones que pesan sobre él y su hermano, quien dirige una cooperativa que trabaja con Cáritas en la diócesis de Ozieri en Cerdeña: “Esos 100 mil euros, es cierto, se los he destinado a Caritas. Ese dinero sigue ahí. No sé por qué me acusan de malversación. No he enriquecido a mi familia. Estoy listo para la querella”, agregó.
Por su parte, el obispo de Ozieri, monseñor Corrado Melis, le envió una carta expresando su cercanía. En la misiva también defiende firmemente la labor de Cáritas local y de la cooperativa Spes, gestionada por el hermano del cardenal Becciu. Además reconoce que en una de las cuentas de Cáritas fluyó un pago de 100 mil de la Secretaría de Estado del Vaticano en 2017, pero que aún no se ha utilizado porque está pendiente la consecución de una cantidad mayor indispensable para la financiación global del proyecto de una” ciudadela de la caridad “.
Giovanni Angelo Becciu nacio en Pattada, provincia de Sassari, el 2 de junio de 1948, es un cardenal católico italiano. Sustituto de la Secretaría de Estado y delegado especial para la Soberana Orden Militar de Malta. Recibió la ordenación sacerdotal el 27 de agosto de 1972.Trabajó en varias nunciaturas apostólicas, entre ellas las de República Centroafricana, Nueva Zelanda, Reino Unido, Francia y Estados Unidos.
El 1º de diciembre de 2001 recibe la ordenación episcopal de las manos del cardenal Angelo Sodano. El 23 de julio de 2009 el Papa Benedicto XVI lo transfiere a la delicada nunciatura apostólica de Cuba. El 10 de mayo de 2011 el mismo Papa lo nombra Secretario para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
El 31 de agosto de 2013, el Papa Francisco lo confirmó en la misma oficina. El 2 de febrero de 2017, lo nombró delegado especial ante la Soberana Orden Militar de Malta.
El 26 de mayo de 2018 lo nombró prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos: permaneció suplente de los asuntos generales de la Secretaría de Estado hasta el 29 de junio y asumió el nuevo cargo el 1 de septiembre, sucediendo al cardenal Angelo Amato. Fue creado cardenal en un consistorio que se celebró el 28 de junio de ese mismo año.