¿Por qué a muchos proyectos de evangelización se los llama Proyecto San Andrés?. Es porque a este apóstol se lo identifica como la persona que lleva los demás a Jesús.
Las Sagradas Escrituras lo presentan como uno de los dos discípulos que andaban con San Juan Bautista, quien al ver a Jesús los anima a que sigan al “Cordero de Dios”. Así lo hacen, le preguntan dónde vive, y como respuesta a la invitación de Jesús de “Vengan y lo verán” pasan con Él todo el día (Juan 1,39). Andrés, después de experimentar la presencia de Jesús, regresa a invitar a su hermano Simón a conocer a Jesús. “Hemos encontrado al Mesías”. (Juan 1,41). Y es entonces cuando leemos la gran frase evangelizadora: “Y lo llevó a Jesús”. No sabía que estaba llevando nada más y nada menos a aquel a quien el Maestro, con una mirada fija en él, consagraría como el primer Papa. “Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas —que quiere decir, ‘Piedra’)”. (Juan 1, 42)
Andrés es también quien identifica al joven que tenía cinco panes y dos peces, con los que Jesús realiza el milagro de la multiplicación de los panes. La Palabra nos dice que Jesús se dirige primero a Felipe preguntándole donde conseguir panes para darles de comer a la multitud. Felipe le replica que ni con doscientos denarios bastarían “para que cada uno tome un poco”. Andrés que está escuchando la conversación ofrece una alternativa —aunque sin la solución completa, y le dice: “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?”. Finalmente, confiados, atentos y dispuestos, Felipe y Andrés siguen las instrucciones del Maestro de hacer recostar a la gente y seguir sus instrucciones. ¡Y el milagro se realiza! (Juan 6,5-12)
En otra ocasión también Felipe busca la ayuda de Andrés para llegar a Jesús. “Había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta. Éstos se dirigieron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron: “Señor, queremos ver a Jesús. Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.” (Juan 12,20-22)
Por ser parte, sabemos que estuvo entre los doce apóstoles que participaron en la Última Cena (Mateo 26,20; Lucas 22,14; Marcos 14,17). El nombre de Andrés también figura entre los apóstoles que regresaron a Jerusalén a esperar la promesa del Espíritu Santo “perseverando en la oración, con un mismo espíritu, en compañía de algunas mujeres, y de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.” (Hechos 1,13-14)
San Andrés nació en Betsaida, Galilea, en el siglo I. Él y Pedro eran hermanos, hijos de Jonás. Los dos se dedicaban a la pesca. El nombre Andrés proviene del griego que significa “valeroso”. Es venerado por la Iglesia Católica, Anglicana y Ortodoxa, la cual lo considera su Patriarca.
La tradición coloca su martirio el 30 de noviembre del año 63, bajo el imperio de Nerón.