La tumba del papa San Pío V está en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma. Fue elegido papa en 1566 a los sesenta y dos años de edad. El pueblo lo quiso mucho por su vida de oración y por el servicio que prestaba en sus visitas a los hospitales asistiendo personalmente a los enfermos.
Para alimentar la vida de oración de sus sacerdotes, les ofreció el Breviario y el Misal Romano. A la Iglesia le dejó instituida la fiesta de la Virgen de la Victoria, (o del Rosario, como se la llamó después) el 7 de octubre, cuando las fuerzas cristianas derrotaron a los turcos que invadían Europa, mientras el Papa pedía la intercesión de la Virgen con el rezo del Santo Rosario.
Conservó siempre el espíritu y el hábito de los dominicos, orden a la que perteneció. Se preocupó por las situaciones pastorales del mundo que le tocó vivir: la evangelización de las nuevas tierras recientemente descubiertas; las invasiones de los turcos a países europeos; y la propagación del protestantismo.
Propició entre los príncipes la Liga de España y Venecia para detener y defenderse de la invasión de los turcos. Creó dos congregaciones cardenalicias que serán base de la posterior Sagrada Congregación “De Propaganda Fide” (creada en 1622). Proclamó a santo Tomás de Aquino “Doctor de la Iglesia”.
Puso en práctica las resoluciones del Concilio de Trento que había tenido lugar entre los años 1545-1563. Estimuló la formación teológica de los clérigos en los seminarios a los que, entre otras medidas, propuso la introducción de la enseñanza de la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino; promulgó el Catecismo Romano que el Concilio de Trento había mandado a redactar y lo hizo traducir a varias lenguas.
Pío V nació en 1504 como Antonio Michele Ghislieri en Bosco, Milán, Italia. Sus padres, Pablo Ghislieri y Dominica Augeria, fueron pastores de ovejas y Antonio trabajaba con ellos. Una familia cuyo hijo era amigo de Antonio, le costeó los estudios.
En 1521, a sus diecisiete años, profesó en la Orden de Predicadores tomando el nombre de Miguel. Fue ordenado sacerdote en Génova en 1528, y se radicó en Pavía, donde enseñó por los próximos dieciséis años.
A los cuarenta y siete años, en 1551 fue llamado a Roma por Julio III y designado Comisario General del Santo Oficio, donde trabajó por la difusión y la pureza de la fe. Pablo IV lo nombró obispo en 1556, y cardenal en 1557.
San Pío V murió en Roma el 1 de mayo de 1572, a los sesenta y ocho años y a los siete de papado. Fue beatificado por Clemente X, y canonizado por Clemente XI el 22 de mayo de 1721. Su fiesta se celebra el 30 de abril.
El mundo de entonces estaba convulsionado. Hoy también. Repitamos la oración que San Pío V añadió a las letanías de la Virgen: “María, Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros”.