La sorpresiva victoria en Alabama que remeció a todo Washington

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Un tradicional bastión republicano fue sacudido el mes pasado por el inesperado triunfo de Doug Jones, un candidato demócrata al Senado que puso a Alabama en el mapa mundial tras derrotar al republicano Roy Moore en una contienda electoral plagada de escándalos sexuales y raciales.

“Esta fue una carrera basada en la dignidad y el respeto. Esta campaña fue sobre el estado de derecho, sobre educación y decencia”, afirmó Jones en su discurso de victoria ante sus simpatizantes y el mundo entero. Jones se refería así a las acusaciones de acoso sexual que pusieron en tela de juicio el pasado político de su rival republicano, Roy Moore; y que se convirtieron en una ola de escándalos que terminó colocando en la silla del senado a un demócrata de Alabama por primera vez en casi 30 años.

La victoria de Jones es una contundente derrota para el presidente Trump, quien había ratificado su apoyo a Moore aun después de una ola de denuncias de acoso sexual de menores cuando el exjuez de 70 años estaba en sus treintas.

Los resultados reflejaron que los votantes de Alabama no creyeron ni en Moore ni en Trump y que la base de apoyo republicano fue derrotada por los votantes afroamericanos y las mujeres de ese estado en una cerrada contienda que dio la victoria a Jones con el 49.9 por ciento de los votos sobre Moore, quien logró un 48.4%, representando una diferencia de más de 19.000 votos, según cifras oficiales.

Moore se negó a reconocer la victoria de su opositor, argumentando el estrecho margen pero Trump lo felicitó a través de su cuenta de Twitter: “Felicidades a Doug Jones por una peleada victoria. Los votos a favor de quienes no estaban en las boletas fueron un gran factor, pero una victoria es una victoria”, dijo el mandatario. Durante la controvertida campaña, Trump había atacado duramente al demócrata, llamándole “un títere”, y se alineó a la candidatura de Moore, aun a sabiendas de las acusaciones de al menos nueve mujeres, dos de las cuales eran menores de edad al momento de los incidentes.

“La gente de Alabama es excelente, y los republicanos tendrán otra oportunidad con este asiento en un muy corto periodo de tiempo. Nunca se acaba”, dijo Trump.

Con este resultado, se reduce la mayoría que tienen los republicanos en el senado a 51-49, un margen tan estrecho que puede llegar a dificultar al presidente Donald Trump avanzar con su agenda.

La elección especial de Alabama estuvo empañada por las acusaciones contra el candidato republicano, que provocaron que algunos miembros de su partido se distanciaran de Moore.

El tabú del acoso sexual

En los últimos meses las primeras planas de los periódicos han estado llenas de historias de acoso sexual. Casi todos los casos tienen significativas similitudes: Los culpables son hombres poderosos del ámbito artístico y político que han acosado sexualmente a mujeres que trabajaban en su medio. Las denuncias se refieren mayormente a hechos ocurridos años atrás. Cada personaje es acusado por varias víctimas y por repetidas y numerosas ofensas.

Las reacciones son diversas y hasta opuestas. Algunos creen a la víctima, otros defienden al victimario. Las víctimas que cuentan su historia lo hacen con vergüenza, pero con resolución. Otras, hablan desde una pantalla oscura. Los acusados, por su parte, o niegan todo, o lo aceptan y piden perdón. Lo primero es lo más común.

¿Qué es acoso sexual? Wikipedia lo define como “la manifestación de una serie de conductas compulsivas de solicitud de favores sexuales dirigidas a una persona en contra de su consentimiento. Esta acción puede perjudicar a personas de ambos sexos. Los principales acosadores son hombres que ejercen este tipo de comportamiento en ambientes laborales, académicos, estudiantiles e incluso familiares”. Otras definiciones incluyen además comentarios lascivos, superioridad de sexo y bromas sexuales.

Anita Hill
Anita Hill

En Estados Unidos, Anita Hill trajo a la luz este problema y este término a principios de los años 90 cuando, denunció por acoso sexual a Clarence Thomas, entonces nominado, y hoy juez de la Corte Suprema. Tras el testimonio de Hill, el número de casos de acoso sexual denunciados en este país y Canadá ha ido en aumento. Sin embargo, sigue siendo un tema del cual las víctimas —en su gran mayoría mujeres— no se atreven a hablar. Por una parte, sienten vergüenza, y por otra temen las represalias. En el ambiente laboral temen ser despedidas, y en los hogares u otros lugares temen que nos les crean; o que las hagan sentir culpables con comentarios como “se lo buscó”; o “le gusta”.

¿Cómo reaccionar y qué hacer si se siente víctima de acoso sexual? Lo primero es conservar la calma y ser firme en la negativa ante cualquier insinuación o tocamiento. Lo segundo es poner distancia inmediatamente, y si esto continúa, buscar formas de reunir pruebas para hacer la denuncia. Si tiene vergüenza, temor o se siente culpable, hable con alguien confiable que le ayude y le oriente. Es importante mencionar que si la víctima no se siente incómoda y aprueba esta conducta, el acoso no es considerado un crimen.

El propósito de este artículo es informar e instruir sobre este tema, empezar a abrir la “caja de Pandora”. Abrirla quiere decir empezar a hablar del tema, en círculos pequeños, entre amigos, en nuestras iglesias, en nuestros trabajos y, sobre todo, en la familia. Éste es un tema oculto del que tenemos vergüenza de hablar, más aun en el mundo hispano. Sin embargo, siempre ha estado ahí. Es preciso ayudar a que las mujeres, y puede ser que a los hombres también, saquen a flote esa historia dolorosa de acoso o de abuso sexual. Es preciso que todos, hombres y mujeres, como sociedad, examinemos la doble moral que tenemos para el hombre y la mujer, empezando por la forma como criamos a nuestros hijos.

El problema del acoso, así como otras áreas de abuso sexual, dejarán de ser un tabú cuando dejemos de considerarlo un problema individual. Éste es un problema social, que nos concierne y nos afecta a todos. Nuestra dignidad de hijos de Dios reclama una solución.