Tafida Reqeeb: Inglaterra, los niños y la eutanasia

El dilema sobre el ‘fin de la vida’ resurge en la Corte de Inglaterra que tiene en sus manos las decisión sobre el destino de Tafida Raqeeb, una niña de cinco años que, como ‘Charlie Gard’ y ‘Alfie Evans’, se encuentra en un estado de mínima conciencia y ha recibido por parte de los médicos del Sistema Nacional de Salud (NHS por sus siglas en Inglés) el veredicto de ser desconectada de su soporte vital considerando que la eutanasia “es lo mas adecuado para ella”.

Tafida Raqeeb, es originaria de Newham, al este de Londres y sufrió una lesión cerebral traumática en febrero pasado por lo que fue ingresada al Royal London Hospital. Los médicos que la asisten, avisaron a sus padres que ya no quedaba más por hacer, sino solo desconectarla para que pueda morir.

Dos médicos del Hospital Pediatrico Istituto Giannina Gaslini de Génova examinaron a Tafida, y acordaron cuidarla en Italia. Dijeron que no creían que ella tuviera muerte cerebral y sus padres comenzaron la lucha para poderla transferir al hospital italiano, pero se encuentran, como sucedió en los casos anteriores, con la férrea oposición del equipo del NHS.

Sin embargo, Mohammed Raqeeb y Shelina Begum, progenitores de la menor, no se rindieron frente a la dificultad y el 16 de julio pasado pidieron al Tribunal Superior en Londres que intervenga y les permitiera abandonar el país para tratar a Tafida en Italia. La Corte tomo la decisión de escuchar el caso recién el 22 de julio y aun esperan su pronunciamiento.

Los padres de la niña sostienen que su hija no tiene ‘muerte cerebral’ y ha mostrado signos graduales pero alentadores de recuperación, incluso en su respiración. “Tiene un ciclo de sueño y vigilia, puede sentir dolor, puede mover sus extremidades, cara, labios, boca y cabeza y puede seguirnos con los ojos mientras nos movemos por la habitación”, dijeron.

Tafida this morning. She continues to fight for the right to live. Please support her campaign and allow her to live. https://www.gofundme.com/f/save-tafida&rcid=r01-156189212745-25a6c9a83f68402d&pc=ot_co_campmgmt_w

Posted by Save Tafida on Wednesday, August 28, 2019

El Obispo Auxiliar de Westminster y representante de los obispos de Inglaterra y Gales para los asuntos de defensa de la vida, Mons. John Sherrington, el 18 de julio se refirió a este caso y sostuvo “hay que enfrentar dilemas difíciles”, “en ese proceso, espero que se dé todo el peso debido a los deseos de sus padres, al mismo tiempo que se respete el juicio clínico de los médicos que la cuidan,” “aquellos de nosotros que no poseemos toda la información relevante podríamos estar mejor si reservamos nuestro juicio”, “confío en que los médicos del hospital de niños Gaslini en Génova tendrán el tiempo y la oportunidad de llegar a una visión bien informada y de compartir su pronóstico con sus colegas aquí en Londres”. Según una publicación de la Agencia ACI Prensa del 23 de Julio pasado.

En estos momentos Shelina visita el Hospital Gaslini. Acompañándola está Filippo Martini, vicepresidente de Giuristi per la Vita, quien desde el principio mantiene las relaciones entre la familia e Italia, mientras que el director general de Gaslini, Paolo Petralia, la recibe junto al equipo médico que el 11 de agosto visito a Tafida en el Royal Hospital de Londres.

En una entrevista con el periódico italiano Avvenire, la mamá de Tafida sostuvo: “En unos días, el Tribunal Superior decidirá si podemos, pagando nosotros, traer a nuestra hija a Italia, donde los especialistas de Gaslini se han ofrecido a tratarla: es por eso que los médicos de Londres están en pánico y hoy han intentado dar un nuevo golpe [someter a la niña a un nuevo examen, sin la autorización de sus padres y jueces]. Se están portando mal, están listos para cualquier cosa, pero nosotros también: mi esposo y yo hemos estado viviendo con Tafida durante seis meses en el hospital y sabemos con certeza que reconoce nuestra voz, nos sigue con los ojos y la aprieta nuestra mano, agarra los juguetes. Vemos pequeñas mejoras, solo pedimos darle el tiempo necesario.”

En la búsqueda de apoyo, la familia de Tafida han recolectado mas de 200000 firmas a través de las plataformas CitizenGo y Change.Org para solicitar una resolución positiva por parte de los jueces.  También presentaron  un llamado a la solidaridad a través  de la plataforma  de crowdfunding Gofundme para recaudar £ 400000 que son necesarias para cubrir los gastos del tratamiento, viaje a  Italia y los costos legales.

En la misma entrevista a Avvenire, Sheline agradece el apoyo de  la comunidad islámica como de los obispos cristianos en Inglaterra, y frente a una imagen de la Virgen que alguien le pone en su mano ella susurra: “María sufrió tanto por su hijo”, “… María era una madre,” mientras la guarda cuidadosamente en su bolso; relata el periódico italiano.

Mohammed y Shelina están llenos de esperanza, aunque son conscientes que caminan por las mismas huellas de los padres de Charlie Gard y Alfie Evans, que eran niños en circunstancias similares bajo el cuidado del NHS. En 2017, los médicos intentaron desconectar a Charlie Gard, a pesar de los deseos de sus padres de trasladarlo a un hospital en la ciudad de Nueva York. Murió en un hospital británico a la edad de 11 meses, después de que se retiró el soporte vital.

Menos de un año después, los padres de Alfie Evans también se opusieron a los intentos del NHS de quitarle el respirador a su hijo y dijeron que deseaban trasladarlo al hospital Bambino Gesù perteneciente al Vaticano. El soporte vital de Evans finalmente fue eliminado, y sobrevivió durante cinco días respirando solo antes de morir.

Inglaterra: multa a los novios que lleguen tarde

Las parejas que se casen en la Santa Cruz en Bearsted deberán llegar temprano para no pagar la multa de 100 libras esterlinas.

En Bearsted, una pequeña población de poco más de ocho mil habitantes en el sureste de Inglaterra, está la parroquia Santa Cruz, una pequeña iglesia anglicana.

El párroco, luego de tener que esperar a dos novias en dos celebraciones diferentes, decidió pedirles a las parejas un depósito de £100 (libras esterlinas), unos $135 dólares.

Si las parejas llegan puntuales, al momento de buscar el certificado de matrimonio les será devuelto el depósito. Si, por el contrario, las parejas llegan tarde, pues este dinero se repartirá entre el organista, los campaneros y los niños del coro quienes se vieron obligados a esperar.

La única manera de evitar esta multa es que las parejas lleguen tarde por demoras debido al tráfico o por acontecimientos imprevistos o fuera de lo normal.

En el condado de Kent, donde está ubicada la pequeña parroquia ha habido reacciones encontradas: unos apoyan la medida, mientras que otros la critican.

Para el padre Jorge Ortiz Garay, párroco de Santa Brígida en Brooklyn, la opción de imponer una multa a los novios es un absurdo. “Eso no quiere decir que no me moleste que lleguen tarde, la cosa es que muchas veces los novios llegan tarde y la razón es el fotógrafo, porque les dice que se tomen una foto aquí, otra allá, es por el fotógrafo, créemelo”.

El padre Ortiz se reúne con las parejas varias veces antes del matrimonio, en esas charlas les explica algo que los novios entienden y hacen que no lleguen tarde. “Les digo es el día más importante de sus vidas, si la boda es a las 3:00 p.m., pues es a las 3:00 p.m., si llegas a las 3:15 p.m., está bien yo no me enojo, no hay problema pero en lugar de hacer dos lecturas, será una; si llegas a las 3:30 p.m., pues no hay lecturas y si llegas a las 3:45 p.m. pues solamente haremos el consentimiento y ya está, todo depende de ustedes, y así llegan a las 3:00 p.m.”.

Así que lo mejor es salir más temprano, entender, como dice el padre Jorge Ortiz Garay, que es el día más importante de sus vidas y que las fotos pueden hacerse más temprano o después de la ceremonia.

Dunkerque

Dunkirk_Poster

A finales de mayo de 1940, la fuerza expedicionaria británica enviada unos meses antes a apoyar a los franceses ante la invasión alemana, se vio obligada a retirarse, junto con un remanente de tropas francesas y belgas, hacia Dunkerque, en la costa del Canal de la Mancha, para ser evacuada hacia Inglaterra. Allí el contingente de unos 400 000 soldados aliados se mantuvo cercado y ferozmente hostigado por las fuerzas invasoras alemanas, mientras el Alto Mando británico llevaba a cabo la evacuación, que recibió el nombre Operación Dinamo. Dunkerque es el impactante relato de esa evacuación, que no en vano ha sido llamada el milagro de Dunkerque.

El director, guionista y coproductor de la película, Christopher Nolan, acumula una respetable filmografía que incluye películas de culto como Memento (2000), su aclamada trilogía de Batman [Batman Begins (2005), The Dark Night (2008) y The Dark Knight Rises (2012)] y otros grandes éxitos de crítica y público, como Inception (2010) e Interstellar (2014). Aquí centra su atención en este excepcional episodio de la Segunda Guerra Mundial, un desastre militar de enormes proporciones que provocó un despliegue de solidaridad y heroísmo para lograr el rescate de la derrotada tropa aliada.

Dunkerque es un homenaje a los capitanes de los cientos de pequeños barcos de pesca y recreo que, desafiando a la implacable fuerza aérea alemana en las aguas del Canal, infestadas de minas y submarinos alemanes, se unieron al modesto contingente de fuerzas navales y aéreas británicas movilizado para salvar a sus compañeros de una muerte segura.

Un rasgo distintivo del cine de Chistopher Nolan es la creatividad en el tratamiento del tiempo cinematográfico. En Dunkerque, la cinta sigue en paralelo acciones que se desarrollan en la playa durante una semana, en el mar durante un día, y en el aire durante una hora. Las tres narraciones se combinan en un relato cinematográfico perfectamente  coherente, sin que se aprecien saltos o discontinuidades.

Conocido por su obstinada oposición a utilizar el formato digital, Nolan ha filmado Dunkerque en formato analógico grande (película de 70 mm e IMAX), lo cual resulta particularmente adecuado para las espectaculares tomas generales de la cinta, que subrayan la magna escala de la operación mientras recogen todo en gran detalle.

Desde las primeras escenas, nos sorprende la extrema juventud de los soldados. Duele verlos luchar por la supervivencia, en situaciones en las que afloran por momentos el egoísmo y los prejuicios racistas, potenciados por el miedo y un ciego instinto de autopreservación. No obstante reconocer esas miserias de la guerra, Dunkerque prefiere destacar la capacidad de sacrificio, solidaridad y compasión del ser humano, y nos deja una cinta que, a contracorriente de estos tiempos de cinismo y descreimiento, apuesta por lo mejor de nosotros, con la convicción profunda de que, a pesar de todo, somos capaces de obrar el bien.

Sin dudas, una de las mejores películas del año.

Yo, Daniel Blake

DANIEL BLAKE, un artesano carpintero de 59 años que vive la soledad de su reciente viudez, sufre un grave infarto.

Su cardiólogo le prohíbe trabajar, y debe depender, por primera vez en su vida, de la ayuda del estado. unnamed

El servicio de seguridad social, mediante la aplicación burocrática de un cuestionario, y sin consultar a su médico, lo declara apto para el trabajo y le exige, para recibir un subsidio, que busque activamente un trabajo que no existe en la ciudad atenazada por la crisis económica, y que su precaria salud tampoco le permitiría desempeñar.

Daniel deberá apelar ese dictamen absurdo, pero las deudas que se acumulan le obligan a cumplirlo.

Como nunca ha usado una computadora, enfrenta muchas dificultades para completar las solicitudes necesarias, que
ahora deben llenarse en línea, y choca continuamente con la obstinada rigidez de unos funcionarios que insisten en tratarlo como un caso y no como una persona.

En esos trajines conoce a Katie, una madre soltera que ha tenido que mudarse con sus dos hijos de Londres a Newcastle, la ciudad de Daniel, donde no conoce a nadie.

Daniel, que se da cuenta de que la situación de ellos es aun más precaria que la suya, los ayuda como puede, remendando las insuficiencias de su deteriorada vivienda, haciéndoles juguetes a los niños y tratando de proteger a Katie de la degradación moral que la acecha.

El ya octogenario realizador inglés Ken Loach, junto con su guionista habitual, Paul Laverty, nos entrega un nuevo drama de denuncia social, que ubica a sus personajes en el escenario de la Inglaterra industrial que conoce tan bien. Lo que pudo ser una maniquea aproximación al eterno tema del ciudadano enfrentado a la maquinaria del estado, se salva por la profunda humanidad de que Loach dota a este obrero humilde que se resiste a ser despojado de su dignidad, pero es capaz de hacer un alto en su propia lucha para ayudar a la joven madre que ha encontrado en su camino, tal como el buen samaritano del relato del Evangelio.unnamed-1

Es especialmente significativo que la película enfoque la situación del obrero privado de su trabajo sobre todo desde la perspectiva de la lesión a su dignidad humana, tan enfatizada por el papa Francisco. “Soy un ser humano” protesta Daniel en la declaración que escribe para su apelación y que lee Katie.

Yo, Daniel Blake le valió a Ken Loach su segunda Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2016, diez años después de ganar la primera con El viento que acaricia el prado (The Wind that Shakes the Barley, 2006). Yo, Daniel Blake ganó también el premio SIGNIS a la mejor película europea y el premio del público en los festivales de Locarno, San Sebastián, Estocolmo y Vancouver, entre otras cerca de 40 nominaciones y premios en diversos en festivales internacionales.