De ‘Marvelous Mrs. Maisel’ a ‘Blue Bloods’, las iglesias de nuestra diócesis están presentes en el cine y la televisión

PROSPECT HEIGHTS – ¿Qué podría ser más apropiado, desde una perspectiva católica, que una serie de televisión sobre una familia católica irlandesa muy unida y devota que da las gracias alrededor de la mesa y asiste a la iglesia de su barrio?

Un programa así sería la popular serie de la CBS “Blue Bloods”, protagonizada por la ficticia familia Reagan, que casualmente vive en Brooklyn. Las escenas en la iglesia para la producción se han rodado en la iglesia de San Patricio, en la calle 95 y la Cuarta Avenida de Bay Ridge.

El reparto de “Blue Bloods” incluye a la estrella de la serie Tom Selleck y a los actores Donnie Wahlberg y Bridget Moynahan, católicos en la vida real. Añadiendo una ración extra de realidad a la ficticia familia de miembros de las fuerzas del orden, está el hecho de que la casa en la que residen también se encuentra en Bay Ridge y pertenece a la Eparquía de San Marón desde 1978.

Monseñor Jamie Gigantiello, párroco de la Parroquia de Nuestra Señora del Monte Carmelo-Anunciación de Williamsburg y capellán del Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Nueva York, recuerda haber conocido a miembros del reparto de “Blue Bloods”, incluido Selleck, que interpreta al comisario de policía Frank Reagan.

“Son muy profesionales y la serie es estupenda porque la religión forma parte de su trasfondo católico irlandés”, explicó monseñor Gigantiello. “En la serie, el comisario es amigo del arzobispo, y sin duda refleja la vida real”. El veterano actor Stacy Keach tiene un papel recurrente como el arzobispo Kevin Kearns y a menudo ayuda a guiar a Frank Reagan como su consejero espiritual.

Mons. Gigantiello señaló que “[Mons. David] Cassato siempre fue muy amigo de [el ex comisario de policía de Nueva York] Ray Kelly y de todos los comisarios de policía”. Monseñor Cassato es capellán jefe adjunto de la policía de Nueva York y vicario de las escuelas católicas de la diócesis de Brooklyn.

De hecho, “Blue Bloods” es sólo uno de los programas que muestran escenas dentro y fuera de las iglesias parroquiales de la diócesis de Brooklyn. St. Patrick’s también sirvió como localización en la miniserie nominada a los Emmy 2019 “Fosse/Verdon”, protagonizada por Michelle Williams y con Sam Rockwell como el aclamado coreógrafo y director Bob Fosse.

Después de más de un siglo, las iglesias católicas siguen utilizándose como localizaciones fundamentales para el cine y la televisión, incluidas muchas casas de culto dentro de la diócesis de Brooklyn. Además, estas producciones cinematográficas en las iglesias les ofrecen una fuente añadida de ingresos que ayuda a las parroquias a sostener sus necesidades financieras.

La serie de HBO “Boardwalk Empire”, protagonizada por Steve Buscemi, un actor nacido en Brooklyn, y emitida de 2010 a 2014, rodó escenas en la iglesia de Santa Cecilia de Greenpoint. Buscemi, que creció en Valley Stream y fue criado como católico, tenía el papel principal de Enoch “Nucky” Thompson, un gángster/político que gobernó Atlantic City desde sus inicios en la década de 1920.

En 1997, la película ganadora del Oscar “As Good As It Gets” tuvo escenas exteriores filmadas en la Iglesia del Santo Nombre de Jesús en el 245 de Prospect Park West. La comedia romántica estaba protagonizada por Jack Nicholson y contaba con Helen Hunt, que interpretaba a una madre soltera y camarera que trabajaba en una cafetería de Manhattan y vivía en Prospect Park West.

Más recientemente, la película de 2019 “The Irishman”, protagonizada por Robert DeNiro, Al Pacino y Joe Pesci, rodó escenas en la iglesia católica romana de San Matías en Ridgewood, así como en la de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Williamsburg.

Está ambientada en los años 50, cuando el camionero Frank Sheeran se involucra con Russell Bufalino y su familia criminal de Pensilvania. A medida que Sheeran asciende en el escalafón hasta convertirse en uno de los mejores sicarios, también entra a trabajar para Jimmy Hoffa, el poderoso jefe de los Teamsters vinculado al crimen organizado. La película fue dirigida por Martin Scorsese y fue nominada al Oscar.

Monseñor Gigantiello recordó que conoció al actor Al Pacino cuando rodaron en el Monte Carmelo. “Utilizaron nuestro comedor para la escena de la cárcel en la película. Fue muy emocionante conocer a Al Pacino, que es uno de mis actores favoritos, así que fue realmente memorable para mí”, añadió.

Durante los últimos 10 años, Craig Tubiolo, que presenta el programa de entrevistas basado en la fe “Walk on Faith” para NET-TV y es también director ejecutivo del Centro Emaús, ha revisado cuidadosamente los guiones que le presentaban los estudios de cine que querían rodar en la diócesis.

Señaló que cada solicitud se examina cuidadosamente y que rechaza más de las que acepta. “Reviso cuidadosamente cada solicitud para asegurarme de que no es ofensiva en modo alguno y está a la altura de las normas de la Iglesia. Ayudo a negociar las condiciones de uso”, explica Tubiolo. Entre las producciones en las que ha participado firmando están “Blue Bloods”, la serie de la CBS “Bull” y “The Marvelous Mrs. Maisel” de Amazon Prime.

Tubiolo dijo que disfruta de la interacción que tiene con los estudios, los actores y los ejecutivos. “Muchos de ellos tendrían nociones preconcebidas sobre la Iglesia católica o las religiones organizadas en general, así que les llevaba a la iglesia y se lo mostraba. A menudo decían que se habían criado como católicos, cristianos, baptistas… pero que en algún momento se habían alejado de la Iglesia”, dijo.

“Después de reunirse con ellos, a menudo se iban a casa con una nueva perspectiva sobre la fe y se preguntaban por qué se habían alejado de ella en primer lugar”, añadió. “Es realmente una forma de evangelización también porque para muchos de estos equipos de rodaje, que pueden haber sido bautizados pero no son practicantes, venir a nuestras iglesias reaviva algo en ellos”.

Como resultado, Tubiolo cree que tener a 200 personas de un equipo de filmación dentro de una iglesia ayuda, en última instancia, a que algunos de ellos vuelvan a conectar con la Iglesia y con sus raíces cristianas. “La esperanza última sería que tuvieran una conversión o un momento bajo el Espíritu Santo, y ésa es la parte que más me gusta de lo que hago”, añadió.

“The Marvelous Mrs. Maisel” se estrenó en 2017 y actualmente ha completado su quinta temporada. La serie está protagonizada por Rachel Brosnahan como el personaje del título, un ama de casa judía convertida en cómica cuya estrella asciende a lo largo de los años 50 y 60, y cuenta con Alex Borstein como su representante y el actor ganador de un Emmy Tony Shalhoub como su padre Abe Weissman. Shalhoub es un libanés católico maronita. La serie ha rodado escenas en la Concatedral de San José en Prospect Heights.

“Creo que es bueno que la gente vea los lugares donde se filman estos programas”, dijo monseñor Gigantiello. “Tienen la oportunidad de ver el exterior o el interior de su iglesia tal y como se utilizan en el cine y la televisión”.

“La gente se me ha acercado diciendo: ‘Oh, monseñor, le vimos en la iglesia en “Blue Bloods” anoche'”, añadió al recordar un episodio en el que aparecía. También dijo que en el último episodio de esta temporada, hay un mural del Monte Carmelo de fondo, y señaló que es algo que hay que esperar cuando “Blue Bloods” concluya su 13ª temporada.

La Ultreya de Campo diocesana: una celebración popular

EL PASADO 10 DE JUNIO en el Centro de Vida Espiritual Graymoor de las Hermanas Franciscanas de la Expiación, en Garrison, Nueva York, se celebró la Ultreya de Campo, uno de los eventos más esperados del año entre los fieles que conforman el Movimiento de Cursillos de Cristiandad.

Foto: Alexander González. Monseñor Neil Tiedemann, obispo auxiliar de Brooklyn, y monseñor Perfecto Vázquez, director espiritual del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Brooklyn.
Foto: Alexander González.
Monseñor Neil Tiedemann, obispo auxiliar de Brooklyn, y monseñor Perfecto Vázquez, director espiritual del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Brooklyn.

Ultreia es una palabra latina que significa “adelante”, y es una palabra de aliento que usan los peregrinos del Camino de Santiago para saludarse y animarse entre ellos.

San Juan Pablo II durante la Ultreya Nacional de Italia, celebrada el 24 de noviembre de 1990, recordó el objetivo de estos encuentros fraternos: “Crear unos núcleos de creyentes que lleven el mensaje de salvación a todos lados, haciendo prevalecer el peso de su opinión no por imposición, sino más bien por la fuerza de su testimonio”.

En medio de un ambiente de oración lejos del bullicio de la ciudad, dos mil doscientas personas de las diferentes comunidades parroquiales de Brooklyn y Queens se dieron cita para rezar el Santo Rosario y participar de la Eucaristía presidida por monseñor Neil Tiedemann, obispo auxiliar de Brooklyn.

Luego del almuerzo se dio paso a la ultreya y a las llamadas resonancias, que son los testimonios que algunos asistentes comparten públicamente sobre cómo su encuentro con Jesús ha transformado sus vidas y las de los suyos.

Carlos Santos, un inmigrante que llegó hace varios años a Estados Unidos en busca de un mejor futuro para él y su familia, pero que terminó perdido en el alcohol, dijo: “El Señor con su infinito poder rompió las cadenas que me ataban y desde entonces puedo decirles que mi vida es completamente diferente”. Luego invitó a todos a “llevar a nuestros hermanos a vivir un encuentro personal con Dios y a sentir Su gracia y Su amor”.

Foto: Brithney Rivera. A la Ultreya de Campo de este año asistieron 2.200 feligreses de diferentes parroquias de Brooklyn y Queens.
Foto: Brithney Rivera.
A la Ultreya de Campo de este año asistieron 2.200 feligreses de diferentes parroquias de Brooklyn y Queens.

“Me alegro por todos los que han venido y de una manera especial por los líderes porque se ve el fruto del trabajo que hacen”, dijo por su parte monseñor Perfecto Vázquez, director espiritual del Movimiento de Cursillos de Cristiandad.

“Una ultreya tiene dos finalidades, la primera es renovar nuestro encuentro con Cristo como cristianos y como Cursillistas. La segunda es pasarla bien y recobrar energías para seguir trabajando”, señaló monseñor Vázquez quien recientemente recibió una placa conmemorativa al cumplir 50 años de haber asistido al cursillo que dio inicio al movimiento.

Monseñor Neil Tiedemann dijo a los presentes en la misa que no cree que haya un diácono en la diócesis que antes no haya sido cursillista y que, desde que es sacerdote, ha sido testigo del esmerado trabajo de este apostolado en la formación de líderes.

“Es muy lindo vivir esta experiencia, ver tanta gente celebrado la misa, verlos cantando y rezando con tanta fe”, dijo monseñor Tiedemann. “Creo que el Cursillo de Cristiandad es un nido para las futuras vocaciones en nuestra diócesis”, añadió el prelado. Sobre las 4:00 p.m. de aquel soleado sábado concluyó esta exitosa jornada en la que los participantes reafirmaron su compromiso de proclamar la Buena Nueva y compartir el testimonio de su encuentro con Cristo.Ultreya 1

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Diócesis de Brooklyn celebra a sus diez nuevos sacerdotes

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Foto: Ed Wilkinson

EL PASADO 3 DE JUNIO en la Concatedral San José en Prospect Heights, Brooklyn, se celebró la ordenación de diez nuevos sacerdotes que servirán en parroquias de Brooklyn y Queens.

La Eucaristía fue presidida por monseñor Nicholas DiMarzio, obispo de Brooklyn, quien ordenó a los nuevos presbíteros. Numerosos sacerdotes de la diócesis, familiares y amigos acompañaron a los ordenandos en la ceremonia.

La lista de los nuevos sacerdotes da testimonio de la multiculturalidad de la Diócesis: Nicholas Apollonio, Kamil Bober, Szymon Andrzej Galazyn, Pil-Koo John Hwang, Robert H.C. Mema, Willy Kingsley Ndi, Ikenna Okagbue, Michael William Panicali, Henry José Torres y Michael Odinaka Ugbor. Dos de ellos nacieron en Polonia, dos en Nigeria, uno en Corea del Sur, uno en Camerún, uno en Italia y tres en Brooklyn.ordination01-108

El grupo de nuevos sacerdotes de nuestra diócesis, cuyas edades van de los 26 a los 42 años, es el tercero más grande de los Estados Unidos este año. “Me siento muy feliz porque necesitamos sacerdotes y tenemos buenos sacerdotes ordenados hoy. Ellos hablan idiomas diferentes y eso representa muy bien a nuestra diócesis. Este es un día muy feliz para nosotros”, dijo monseñor Nicholas DiMarzio a Nuestra Voz al concluir la ceremonia.

Tras la ordenación del segundo de sus tres hijos, Margarita Torres, madre del ahora sacerdote Henry José Torres dijo “No tengo palabras, es tanta la alegría y felicidad que no cabe en mi corazón”. Bastó con verla abrazar a su hijo por primera vez tras su ordenación para entender cuánto gozo había en ellos. Ella le ha dado la vida dos veces, una al traerlo al mundo y la otra hace cuatro años cuando le donó un riñón para salvarle la vida luego de ser diagnosticado con una enfermedad autoinmune.

Foto: Elimelec Soriano
Foto: Elimelec Soriano

“Él es el primer sacerdote en la familia, ya teníamos religiosas”, afirmó José Torres, su padre, que en tiempos de enfermedad de su hijo tuvo dos trabajos para sostener a su familia y quien hoy se ve sumamente orgulloso del camino de servicio a Dios que él eligió. El padre Henry José Torres es el único sacerdote de origen hispano del grupo ordenado durante esta ceremonia.

Él nació en Brooklyn luego que sus padres vinieran a Estados Unidos desde República Dominicana.