Las restricciones impuestas al acceso a las salas cinematográficas a causa de la pandemia de la COVID-19 nos han privado durante demasiado tiempo del gusto de ver el cine como se supone que debe verse: en una sala oscura a la que acudimos especialmente para ver una película, con pantalla grande, sonido de alta calidad y como parte de una audiencia. Sin embargo, ha sido gracias a la involuntaria dependencia que hemos desarrollado en estos meses por las cadenas de streaming, que documentales como My Octopus Teacher han estado al alcance del gran público. Dios escribe derecho sobre renglones torcidos.
Craig Foster es un experimentado documentalista sudafricano, especializado en temas de la naturaleza. Una crisis de agotamiento lo llevó a retirarse a su natal región del Cabo Occidental, donde revivía experiencias de su infancia buceando en un bosque de algas kelp, en las turbulentas y frías aguas del Atlántico Sur. My Octopus Teacher es el fascinante recuento de los meses que pasó allí siguiendo, estudiando y relacionándose con una hembra de pulpo corriente.
No es este un documental al uso sobre un tema de la naturaleza. Por supuesto que abunda en espléndidas imágenes de la vida submarina, aporta mucha información sobre las características y conducta de esta enigmática especie, y nos permite presenciar muchas de las peripecias que atraviesa en su lucha por la supervivencia, pero es sobre todo el testimonio de la experiencia personal de descubrimiento vivida por Foster, lo que coloca a My Octopus Teacher por encima de lo puramente fáctico, para llevarlo a resaltar sus ricas implicaciones espirituales.
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En todo ello influye que el peculiar estado de ánimo inicial de Foster le predisponía a una lectura más personal, íntima, de los episodios vividos. Así, la empatía que manifiesta el pulpo hacia Foster, una vez vencida la cautela inicial, es percibida por este casi como una amistad, lo que explica que tuviera que resistir en varias ocasiones el impulso de interferir en el curso de los acontecimientos para ayudar al pulpo. Es significativo que Foster se refiera todo el tiempo a un animal como she, en lugar de it.
Es muy hermoso apreciar cómo se va desarrollando su percepción del bosque de kelp como un hábitat total compartido por las algas y las criaturas todas que lo pueblan. Viven en un equilibrio no exento de drama, pero igualmente maravilloso, que suscita resonancias franciscanas. Uno casi puede seguir el proceso de conversión que experimentó el cineasta, a quien la relación con el pulpo lo condujo a una concepción renovada de la naturaleza, los animales y aun de los seres humanos, comenzando con su propio hijo.
My Octopus Teacher es una producción de Netflix, que se estrenó el 8 de septiembre, y ha tenido gran aceptación de público y crítica.
MY OCTOPUS TEACHER / Sudáfrica / 2020 / color, 85 minutos / Dirección: Pippa Ehrlich y James Reed / Intérpretes: Craig Foster y su hijo Tom Foster.
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Gustavo Andújar es Expresidente de SIGNIS, Asociación Católica Mundial para la Comunicación. Puedes seguirlo en su cuenta de Twitter.