Estados Unidos renueva compromiso militar en Afganistán

EL PRESIDENTE TRUMP anunció que las tropas estadounidenses permanecerán en Afganistán advirtiendo que una retirada precipitada de soldados crearía “un vacío” que solo beneficiaría a los grupos terroristas talibanes, de Al Qaida y del grupo Estado Islámico (ISIS en inglés). Foto: commos.wikimedia.org

“Mi instinto era retirarnos y generalmente suelo seguir mi instinto, pero las decisiones son muy diferentes cuando uno está en el despacho oval”, dijo el presidente durante su mensaje al país en agosto pasado desde la base militar de Fort Myer, en las cercanías de Washington.

La reacción del frente terrorista no se hizo esperar. “Si los estadounidenses no retiran sus fuerzas de Afganistán, no está lejos el día en que Afganistán se convertirá en el cementerio del siglo XXI del imperio estadounidense”, advirtió el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, en un comunicado enviado a la agencia EFE.

Inmediatamente se dio a conocer que Trump aautorizó al Pentágono a desplegar a unas 3,900 tropas más hacia ese país en cuestión de días. Los talibanes recalcaron su advertencia. “Mientras quede un solo soldado estadounidense en nuestra tierra, y sigan imponiéndonos la guerra, continuaremos con nuestra yihad”, añadió el comunicado.

Trump aprovechó también su discurso para reprender a Pakistán, país que calificó como “refugio de extremistas”. “Pakistán tiene mucho que ganar si colabora con nuestros esfuerzos en Afganistán pero tiene mucho que perder si sigue acogiendo a criminales y terroristas”, ha advertido. “Esto tiene que cambiar y cambiará inmediatamente”, recalcó.

El Pentágono suspendió el pasado julio 50 millones de dólares de ayuda militar, debatiendo que Islamabad (capital de Pakistán) no estaba lo suficientemente comprometido para desmantelar la red Haqqani, aliada de los talibanes.

Por su parte, el presidente afgano, Ashraf Ghani, aplaudió el anuncio de Trump, asintiendo que reflejaba, según él, el “compromiso duradero” de Washington en Afganistán. El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, dijo por su parte que Estados Unidos está dispuesto a respaldar negociaciones de paz entre el gobierno y los talibanes “sin precondiciones”.

Actualmente, hay más de 8 mil soldados estadounidenses en Afganistán como parte de un cuerpo internacional de 13,500 tropas, según cifras del Pentágono. Por lo menos 2,400 soldados estadounidenses han muerto en ese país desde 2001, y más de 20,000 han resultado heridos en la guerra contra los talibanes. Estados Unidos ha gastado más de 110,000 millones de dólares en fondos para la reconstrucción de las zonas destruidas por la guerra.

El derecho del amor de los abuelos

Foto: commons.wikimedia.org
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SOY UNA ABUELA FELIZ. Pero si viviera en Siria, Irán, Libia, Sudán, Yemen y Somalia, y me anunciaran que no puedo entrar en los Estados Unidos a visitar a mis nietos, lloraría sin parar de dolor y de impotencia. No cabe ni en mi mente ni en mi corazón que este gran país excluya a los abuelos del derecho del amor y cuidados que sólo los abuelos pueden proveer. Por otra parte, ¿cuál es el peligro de traer personas de la tercera edad? En la lista de terroristas no figuran generalmente personas mayores.

Los testimonios abundan: La presencia de los abuelos se ha hecho indispensable. No somos solamente visita. Nuestros hijos, como deben trabajar, acuden a sus padres pidiendo ayuda para que les cuiden sus tesoros, ya sea porque la guardería (Day Care Center) cuesta demasiado o porque saben que allí no tendrán el amor personal que sólo un abuelo puede dar.

Michelle Obama llevó a su madre a vivir en la Casa Blanca para que le ayudara en la supervisión de las hijas. Mi amiga cubana de Miami cuida diariamente a sus dos nietos desde que nacieron. Hoy en día los lleva y trae de la escuela. Mis amigas y hermanas en Cristo de la Iglesia, igual que yo, hacemos planes alrededor de la vida de nuestros nietos. Mi amiga Verónica, de 42 años, le dijo a su madre antes de morir: “Mis niños van a estar bien con su papá, contigo, mamá, y también con su otra abuela”.

Y al otro lado de las fronteras, a millas de distancia, las abuelas acuden a los consulados a pedir visas por un nieto que va a nacer nacer, o uno que hay que cuidar. Mi cuñada y mi hermana solicitaron visas en Ecuador, la una para ayudar a su hija que iba a dar luz, y la otra para entrar a Canadá a visitar a su único nieto.

Muchos niños y jóvenes inmigrantes que vienen a reunirse con sus padres que viven en los Estados Unidos añoran a los abuelos con quienes se quedaron cuando sus padres emigraron. Ya en este país, esperan con ansias que algún día puedan traer a sus abuelos, aunque sea de visita.

En el mundo oriental —de tradición musulmana o hindú— los abuelos juegan un papel crucial. Y es desde esos países de donde se está haciendo más difícil viajar a Estados Unidos. En el Oriente el respeto por los abuelos es profundo; se los considera cabeza de familia y se los anima a vivir en la misma casa con los hijos y los nietos. La presencia de los mayores asegura el mantenimiento de las tradiciones culturales y religiosas.

La Corte Suprema de los Estados Unidos tendría que revisar la realidad de hoy. El mundo que hoy conforma este gran país se compone de familias extendidas unidas no sólo por un nexo sentimental, sino también por necesidades que se traducen en millones de dólares.

En el nivel espiritual resuenan en nuestros oídos las palabras de San Pablo a Timoteo: “Recuerdo tu fe sincera. Así eran tu abuela Loide y tu madre, Eunice, y estoy convencido de que la recibiste de ellas”. (2 Timoteo 1,5)

¡Arriba abuelos, transmisores de cultura y de fe!