En 1983 una brutal guerra civil se desató entre el norte y el sur de Sudán a causa de la religión y la lucha por los recursos naturales dejando aldeas destruidas por los ejércitos y las milicias gubernamentales del norte.

En 1987 miles de niños huérfanos comenzaron a huir a pie a través del sur del desierto del Sahara (África), un trayecto de miles de millas hacia Etiopía y Kenia. Trece años más tarde 3.600 refugiados serían reubicados en los Estados Unidos. Ellos eran conocidos simplemente como ‘Los niños perdidos de Sudán’. Esta película está inspirada en su historia”.

Así comienza esta cinta que narra la historia de Mamere y sus hermanos, quienes luego de ver a sus familiares y amigos morir en medio de la guerra, emprenden solos el camino hacia un lugar en el que, según les dijeron algunas vez sus padres, hallarían refugio. En el trayecto se les unen filas interminables de pequeños que buscan lo mismo que ellos: sobrevivir.

Tras llegar a Kenia los jóvenes refugiados esperaban por años para ser enviados a los Estados Unidos para iniciar una nueva vida.

Finalmente sus nombres están en las listas y Kansas será su nuevo hogar. Un nuevo comienzo en el que se cruzan con Carrie, una consejera de una agencia de empleo que debe buscar trabajo para que los hermanos puedan salir adelante y pagar poco a poco la deuda de sus tiquetes de avión.

Carrie, una mujer práctica y un poco fría, llega a interesarse por el drama de estos jóvenes sudaneses. Al final conocemos la clave se su transformación: al conocer su historia de miedo y persecución de los chicos, decide que tiene que ayudarlos.

Esta historia nos pone en los zapatos de quienes llegan a un nuevo país en busca de seguridad y se encuentran con un mundo desconocido y casi siempre hostil. Un mundo donde la rutina y los afanes del día a día no dejan tiempo para la compasión y la misericordia.

Esta es una película digna de verse en familia, ya que nos da las dos visiones de la vida frente al dolor de los demás. Por una parte nos presenta el drama desde la indiferencia y también nos da la visión de la solidaridad. Nos muestra cómo podemos cambiar las circunstancias de alguien con un poco de generosidad y deseos de ayudar.