Este año es el del abrazo [del Papa] al continente americano,” dijo monseñor Guillermo Karcher, sacerdote argentino y cercano ayudante del Papa, en una entrevista que concedió a Radio Vaticano.
Con esas palabras monseñor Karcher nos describe lo que podemos esperar de la visita de nuestro papa Francisco. Este “abrazo al continente americano” nos va a unir a todos, sin importar denominaciones religiosas o políticas. Va a reestablecer la fe de muchas familias que residen en este país, familias que han sufrido y han sido afectadas por actos de odio racial, terrorismo, violencia familiar y otras injusticias. Deseo de todo corazón que él nos ayude a reevaluar nuestras vidas, que nos inspire a ser humildes como él, que nos invite a valorar el mundo que nos rodea, empezando por nuestro propio hogar.
Quisiera que el Santo Padre trajera un mensaje de consuelo para las familias afectadas a raíz de los sucesos del 11 de septiembre, porque muchos aún vivimos con ese dolor. Fueron sucesos que crearon divisiones entre muchísimas personas de todas edades, religiones y culturas. En su visita a la Torre de la Libertad, le pido que nos regale muchas bendiciones porque esta torre es un símbolo de nuestra lucha para renacer y por volver a ser una patria unida por un mismo Dios.
Tengo la esperanza de que el papa Francisco nos deje llenos de ideas y sentimientos de alegría y unidad. Pienso que el mensaje de paz y unidad que trae no es solo para tenerlo presente mientras esperamos su llegada y mientras lo escuchemos a él, sino para mantenerlo vivo también al recordar la emoción de su visita y poner en práctica las ideas que él traerá.
La emoción de tenerlo tan cerca a nosotros pasará, pero su mensaje no. El Papa es una persona muy querida alrededor del mundo, él es capaz de restablecer con su palabra la fe de quienes lo escuchen.
* Natalia Echavarría nació en Medellín, Colombia, hace 24 años. Llegó a Estados Unidos en compañía de su madre cuando tenía 9 años de edad. Obtuvo una licenciatura en justicia penal en la universidad John Jay College de Nueva York. Trabaja en el Departamento de Tecnología de la Diócesis de Brooklyn.