El padre John Francis nació en Okara, provincia de Punjab, en Pakistán, el 1o de marzo de 1965. Nació en una familia de profunda fe católica. Son seis hermanos, y su hermana menor es religiosa en Pakistán. Su vocación sacerdotal nació desde muy joven. “Cuando estaba en octavo grado ya pensaba en ser sacerdote. La razón principal por la que quería seguir la vida religiosa era porque en mi pueblo había unos sacerdotes misioneros de Italia y Estados Unidos. Ellos hablaban nuestro idioma y me parecía que hacían un gran trabajo, y yo quería hacer lo mismo que ellos. Los admiraba porque habían aprendido mi idioma y nos enseñaban mucho. Ahí descubrí mi vocación y eso también me ayudó a amar más a mi Iglesia. Mi pueblo es muy católico y eso también ayudó a reforzar mi deseo de hacerme sacerdote”, cuenta el padre Francis.
Fue ordenado en la Diócesis de Faisalabad, en Pakistán, el 5 de octubre de 1990, inmediatamente fue enviado al seminario menor de la Diócesis, allí dictaba clases en la mañana y en las tardes asistía a parroquias de diferentes pueblos también en la Diócesis de Faisalabad. Después viajó a Roma para hacer un doctorado en Teología Bíblica en 1997. En 1999 la Diócesis de Brooklyn buscaba a un sacerdote para que fuera el coordinador de la Pastoral Pakistaní. El padre Francis habló con su obispo en la Diócesis de Faisalabad, quien le autorizó venir a Nueva York.
Trabajó en la parroquia de Santa Ana, en Flushing, Queens, pero su asignación oficial fue San Sebastián, en Woodside, como vicario parroquial. Allí estuvo ocho años, luego fue a Santo Tomás Apóstol en Woodhaven, también en Queens, como vicario parroquial. Desde 2014 es párroco de San Nicolás de Tolentino en Jamaica.
El padre Francis habla urdu, el idioma de su región, punjabi, italiano, inglés y está aprendiendo español y entiende algo de alemán.
“Todo el trabajo que hago como sacerdote me gusta, sentir que puedo enseñar a los niños, a los jóvenes e incluso a los adultos a acercarse a Dios, visitar a los enfermos en los hospitales, al final del día sientes que hiciste algo bueno”, comenta el padre Francis.
“Disfruto mucho mi labor sacerdotal, lo que hice en Pakistán y acá, y creo que lo he disfrutado porque lo he hecho con todo mi corazón, es algo que me ha llenado de mucha alegría y satisfacción”.
El padre John Francis tiene una voz pausada y un carácter sereno. Cuando no está en sus labores sacerdotales prefiere leer, lo hace tarde en la noche, antes de dormir. “En Pakistán jugaba baloncesto y voleibol, en Estados Unidos me gusta hacer ejercicio, ya no juego mucho”.