Internacionales

Una lección del Reino Unido y Australia

(Foto CNS / Elijah Nouvelage, Reuters)

El tiroteo de la Florida reaviva el debate de la proliferación de armas de alto calibre en Estados Unidos y reabre las puertas del tema a nivel mundial, donde países del llamado “primer mundo” nos ven desde un prisma de menor violencia.

“Esto sólo ocurre en Estados Unidos. Esta epidemia de matanzas, este flagelo de tiroteos tras tiroteos en escuelas, sólo ocurre acá y no es una simple coincidencia, no es por mala suerte, sino por nuestra falta de acción”, dijo a la prensa el senador demócrata Chris Murphy.

Quizás Murphy se refiere a lo que han logrado naciones como Escocia y Australia, que en el pasado sufrieron de tragedias similares, tras proclamar leyes para controlar estrictamente la portación de armas.

Los resultados, según los estudios, son evidentes. En Australia no ha ocurrido una masacre de este tipo desde 1996, cuando se emitió la nueva regulación sobre las armas y en Escocia, donde ocurrió un tiroteo en una escuela primaria ese mismo año, el control de armas –extendidoa todo Reino Unido- redujo los crímenes con armas de fuego en un 75% en la última década, según datos revelados por el gobierno escoces a la agencia noticiosa BBC.

En marzo de 1996, en la ciudad escocesa de Dunblane, sucedió una masacre similar a la de Parkland, Florida: un hombre entró en una escuela primaria y mató a 16 niños y su maestra. El crimen causó una conmoción profunda en todo Reino Unido; a tal grado que se inició una campaña para prohibir la posesión privada de armas de fuego cortas.

La petición recibió unas 700,000 firmas y las leyes cambiaron, algo que hasta hoy, el público continúa apoyando firmemente.

Aunque sería casi imposible replicar tal medida aquí en Estados Unidos, algo debería hacerse, según el director del Programa de Investigación para la Prevención de la Violencia en la Universidad de California en Davis. “Tenemos que tomar medidas que se puedan adaptar en nuestro ambiente, donde se acepta la tenencia de armas”, señaló Garen, quien también es doctor en medicina de urgencia.

“Esas medidas pueden incluir la prohibición de armas de asalto, las que tienen cargadores de alta capacidad, pero en Estados Unidos, millones de esas armas están en circulación y no las podremos recuperar”. En Australia sí pudieron sacar de circulación unas 600,000 armas después de la masacre de Port Arthur en 1996 que dejó 35 muertos y 23 heridos en un lugar turístico de Tasmania.

Doce días después de la peor masacre en la historia de ese país, los gobiernos estatales y locales proclamaron numerosas leyes para el control de armas. A los diez años de las restricciones, los homicidios por arma de fuego habían caído 59%.