DIANA ES LA PRINCESA del milenario y femenino reino de las Amazonas, en la paradisíaca y mágicamente oculta isla de Themiscyra. La reina Hipólita, su madre, trata de protegerla manteniéndola al margen de la vocación guerrera de sus cofrades, pero la impetuosa joven ansía combatir el mal, y la ocasión se presenta cuando Steve Trevor, un oficial estadounidense que espía para los británicos, se estrella con su avión en los mares junto a la isla, trayendo consigo los horrores de la Primera Guerra Mundial.
Diana acompañará a Steve a Europa, decidida a cumplir su destino de amazona y terminar la guerra eliminando a quien la origina y alienta, el dios Ares.
Confieso que cuando supe de esta versión cinematográfica de las aventuras de La Mujer Maravilla, o Marvila, como se llamaba en los comics de mi niñez, temí que sería otra ingrata versión de esos atormentados superhéroes posmodernos de DC Comics y Marvel, con sus conflictos de identidad y crisis de angst.
No podría haber estado más equivocado. Wonder Woman me transportó a aquellas mágicas matinés de domingo de mi infancia para encontrarme –¡finalmente!– con una verdadera heroína, decidida, como corresponde, a hacer siempre el bien y combatir el mal, con todo y tiara, brazaletes indestructibles y lazo mágico, indoblegable en su lucha contra todo género de enemigos malignos.
Hay, por supuesto, espectaculares efectos visuales de última generación, pero se disfrutan sobre todo las bien logradas acrobacias con arco y flecha a lomo de caballo, y los duelos de espada y combates cuerpo a cuerpo, con abundantes saltos y piruetas muy a lo Douglas Fairbanks. Nunca deja de sorprenderme el grado de suspensión de la incredulidad que logra en el espectador el buen cine de aventuras.
La directora Patty Jenkins, que tuviera un impresionante debut como guionista y realizadora en Monster (2003), se anota aquí un éxito de dirección, con un adecuado equilibrio entre las intensas secuencias de acción, los momentos románticos, las necesarias dosis de humor y la bien resuelta evolución de la protagonista. Ha sido la primera mujer en dirigir una película de superhéroes, con recaudación récord en su estreno para una directora e ingresos totales a nivel mundial de más de 750 millones de dólares.
La bella actriz y modelo israelí Gal Gadot, además de algunos papeles menores, incluyendo uno recurrente en varias entregas de Fast and Furious, había aparecido como Marvila / Diana Prince en Batman v Superman: Dawn of Justice (2016). La acción de Wonder Woman se presenta como un flashback provocado por una antigua foto descubierta por Bruce (Batman) Wayne en aquella película. El casting de la Gadot ha sido decisivo para crear esta convincente Marvila, íntegra y justiciera, femenina y vital, que llega para insuflar nuevo aliento a las sagas de superhéroes de DC Comics.
Valió la pena todo el tiempo que estuvimos esperando a Gadot.