En una decisión unánime, los ministros de relaciones exteriores de la Unión Europea aprobaron en Bruselas sus primeras sanciones en contra de Venezuela hace unas semanas, haciendo eco a las medidas que impusiera Estados Unidos el pasado julio para presionar al gobierno represivo de Nicolás Maduro.

Entre las medidas aprobadas están un embargo de armas, un veto a la venta de cualquier material que pueda ser usado para la “represión interna”, además de una prohibición de viajes a la UE y congelación de bienes a altos funcionarios, tal y como lo hizo el gobierno de Washington, según reporte de la agencia noticiosa EFE.

Se informó que los ministros de los 28 países de la UE, las medidas “serán aplicadas de forma progresiva y flexible y pueden ampliarse para tener como blanco a las personas implicadas en la falta de respeto a los principios democráticos o el Estado de Derecho y violaciones de los derechos humanos”. Por su parte, el gobierno de Maduro sostuvo en un comunicado de prensa que estas sanciones representan una muestra de la “vergonzosa subordinación” del Consejo de la Unión Europea a los “dictámenes de Estados Unidos”.

Ante todo esto, se ha confirmado que delegados del presidente Maduro y de la oposición de Venezuela se reúnen el 1 y 2 de diciembre en Santo Domingo para buscar soluciones a la grave crisis que enfrenta el país sudamericano, según un comunicado del gobierno dominicano.

Tras reuniones preparatorias en cuanto a la logística del encuentro con el exjefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y el canciller dominicano, Miguel Vargas, el comunicado consideró “un paso importante” que el gobierno de Maduro aceptara la “garantía de la comunidad internacional”.

Venezuela es el primer país latinoamericano sancionado por la Unión Europea, que se dijo preocupada por la situación en el país y está presionando por un proceso de diálogo “creíble y constructivo” con la oposición, según EFE.