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We are Cumbia, we are family

BROOKLYN, New York—. “La cumbia es un ritmo musical y baile folclórico tradicional de Colombia. Posee contenidos de tres vertientes culturales, principalmente indígena y negra africana y, en menor medida blanca (española), siendo fruto del largo e intenso mestizaje entre estas culturas durante la Conquista y la Colonia”, así define Wikipedia el ritmo musical colombiano al que Karla Flórez Albor le ha encontrado una singular utilidad.

La idea de escribir su libro We are cumbia, we are family surgió de forma sui generis, según nos revela la comunicadora social y periodista colombiana residente en Nueva York desde hace 16 años. “En el 2016 realicé un taller en la parroquia del Santísimo Sacramento en Jackson Heights (Queens) con el Consulado Colombiano en Nueva York y el programa Colombia nos une, con motivo de la celebración de la familia”, nos cuenta. “En ese momento recopilé la información necesaria para invitar a los participantes a que bailaran en una rueda de cumbia. El motivo era presentarles la cumbia, una estrategia que los invitara a comunicarse de una forma más lúdica, no utilizando las palabras, sino los gestos”.

En ese momento ella preparó un material basado en la propuesta educativa de la Compañía de Jesús que habla sobre las dimensiones a través de los cuales podemos educar a una familia. Como lo presenta Gustavo Adolfo Ramírez en su libro “hacia una familia integral”.

“A partir de allí, a principios de ese año, siendo la coordinadora de la escuela de padres del colegio San José en Barranquilla, publicamos una primera versión de cómo la cumbia podía ser ese encuentro unificador de las familias”, agrega Karla.

Karla Flórez (al centro) junto a otras dos mujeres con el traje típico de las cumbiamberas colombianas. (Cortesía de Karla Flórez)

Han pasado dos años y medio desde entonces, “cuando comencé a leer sobre el tema de las dimensiones educativas, a partir de la filosofía Ignaciana, empecé a ver cómo las tradiciones en danza y música tienen cabida en esas dimensiones educativas”.

El libro habla de la cumbia, de sus orígenes, su expansión a otros países, sobre la rueda de cumbia, su simbología, las relaciones de comunicación que se dan entre los participantes. También establece una analogía entre las relaciones familiares y la rueda de cumbia. Los lectores conocerán los elementos que caracterizan a un cumbiambero y una cumbiambera.

“Los lectores encontrarán un capítulo sobre el concepto de familia, cómo cada miembro forma un equipo y cómo cada uno de ellos aporta un granito de arena para el funcionamiento de la familia”.

El libro presenta algunas recomendaciones de cómo, mediante la práctica lúdica de la cumbia, se fomentan el liderazgo, la capacidad de tomar decisiones libres y responsables, trasladando dinámicas propias del baile y la música a la vida personal.

“Incluye ejercicios para trabajar corporalmente los pasos de la cumbia folclórica colombiana los cuales sirven de modelo para aprender a bailar la cumbia colombiana. A estos pasos le hemos dado los nombres de las cumbiambas participantes en el carnaval de Barranquilla para homenajear el trabajo que algunas de ellas han tenido por más de 80 años”.

Karla ya está trabajando en una segunda edición de su libro. “En ella incluiré las entrevistas a familias que viven en Nueva York y que trabajan en música o danza en torno a la cumbia o a las tradiciones culturales colombianas con el propósito de mantener unidas a las familias”.