CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El cardenal Daniel N. DiNardo de Galveston-Houston dijo que aunque la crisis de abusos sexuales por parte de clérigos no predominó en las discusiones en el Sínodo de los Obispos, sí fue tratada y todos los que estaban en la sala claramente opinaban que la crisis se tiene que enfrentar.
El cardenal DiNardo, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, habló con Catholic News Service el 22 de octubre, durante la etapa final del sínodo, y mientras se hacían los preparativos para la reunión general de noviembre de los obispos estadounidenses.
La agenda para la reunión de noviembre incluirá múltiples ocasiones para abordar la crisis del abuso, particularmente el problema del comportamiento y la rendición de cuentas de los obispos, dijo el cardenal DiNardo.
Una sugerencia que los obispos examinarán, él dijo, es redactar “un código de conducta para los obispos” similar a los que la mayoría de las diócesis tienen para sacerdotes y para empleados laicos. Otra sería establecer un sistema de reportar que permitiría que alguien que tenga una queja de abuso contra un obispo lo reporte a alguien que no esté conectado con la diócesis de él ni con la conferencia episcopal.
“Todas estas implican asuntos que tendremos que discernir”, dijo el cardenal. “Queremos hacer algo que ayude a intensificar nuestro compromiso con el cambio”.
Él dijo que para que haya algún cambio verdadero los obispos tienen que colaborar unos con otros y con expertos laicos.
El cardenal DiNardo dijo que los obispos comenzarían su reunión el 12 de noviembre con algunos asuntos de introducción, pero que luego entrarían directamente a un día de oración y ayuno enfocados en la crisis de abuso.
Él dijo que muchos de los asuntos que los obispos tenían programados para considerar en la reunión de noviembre serán pospuestos para dedicar más tiempo a considerar medidas concretas que deben tomar. Sin embargo, él dijo que ellos votarán sobre una declaración en contra del racismo titulada “Abramos el corazón: El perdurable llamado al amor — una carta pastoral contra el racismo”.
Durante su discurso ante el sínodo, el cardenal DiNardo pidió que el documento final incluyera una referencia a cómo el seguir a Jesús e incluye la disposición de aceptar su cruz que da vida.