Click here to Read this Article in English
NUEVA YORK – Con el telón de fondo de una incendiaria retórica antiinmigrante y a pocas semanas de la victoria presidencial en la controversial elección de un nuevo juez conservador a la Corte Suprema de los EEUU, los votantes católicos acudirán a las urnas este martes en lo que muchos de los analistas políticos consideran un referéndum sobre el desempeño del presidente Donald Trump.
Algunas de las contiendas más importantes enfrentarán a candidatos católicos entre sí, y en otras se enfrentarán a candidatos que representan posiciones dramáticamente diferentes en temas que ponen a prueba los valores católicos, como la defensa del derecho a la vida y el apoyo a los inmigrantes, en las elecciones legislativas más costosas en la historia de la política estadounidense.
A principios de este verano, cuando los obispos estadounidenses se reunieron en Fort Lauderdale para celebrar su conferencia bianual, sostuvieron una sólida discusión de 90 minutos sobre el documento Formando conciencias para una ciudadanía fiel: un llamado a la responsabilidad política, que expone sus pautas oficiales de votación, y que algunos obispos creen merece una revisión para reflejar mejor las enseñanzas del Papa Francisco.
Si bien se alcanzó una posición de compromiso (que los obispos de Estados Unidos producirían nuevos materiales para complementar su guía actual), un proyecto de este tipo aún está en desarrollo, muchos se muestran escépticos ante la idea de que exista algo así como un “voto católico” en los Estados Unidos, ya que la mayoría de los católicos tienden a votar según su posición política en lugar de acorde a la enseñanza oficial de la Iglesia. Por eso, existe una amplia serie de candidatos y agendas que ofrecen una radiografía de una iglesia y un país divididos.
Los republicanos intentan aferrarse al Senado
Mientras los republicanos intentan aferrarse a su escasa mayoría de 51-49 en el Senado de los Estados Unidos, dos de las contiendas más reñidas enfrentan a candidatos católicos en ambos lados del pasillo.
En Indiana, el senador titular demócrata Joe Donnelly lucha contra el desafío del legislador estatal republicano Mike Braun. Donnelly, quien conoció a su esposa cuando estudiaba en la Universidad de Notre Dame, realizó una campaña centrista en un estado tradicionalmente republicano.
Aunque se identifica como pro-vida, habiendo votado en 2018 para prohibir el aborto después de 20 semanas de embarazo, algunos pro-vida han criticado su apoyo anterior a los fondos federales para Planned Parenthood. En cuanto a la inmigración, Donnelly originalmente se opuso al DREAM Act, que habría proporcionado un camino permanente a la ciudadanía para los menores indocumentados nacidos en Estados Unidos; sin embargo, más recientemente, votó a favor de un proyecto de ley de inmigración bipartidista integral propuesto por los senadores John McCain y Chris Coons.
Braun, un exdemócrata que ha expresado abiertamente su oposición al Obamacare y durante su campaña ha apoyado las políticas migratorias de Trump, incluido un muro fronterizo entre los Estados Unidos y México, también ha sido un fuerte defensor del matrimonio tradicional y la libertad religiosa en el estado.
En West Virginia el senador titular demócrata Joe Manchin defiende su escaño en el Senado contra el candidato republicano, también católico, Patrick Morrisey.
Manchin se identifica como pro-vida y ha recibido el respaldo de Demócratas por la Vida, aunque también ha recibido críticas de algunos grupos pro-vida por su apoyo ocasional a la financiación federal de Planned Parenthood. En cuestiones ambientales, es un firme defensor del uso del carbón y ha apoyado el oleoducto de Keystone, y en materia de inmigración, se ha opuesto a la Ley DREAM y a la legislación bipartidista reciente. A diferencia de la mayoría de los demócratas, también ha sido un defensor de la propuesta del muro fronterizo del presidente.
El exfiscal estatal Morrisey ha desafiado con frecuencia a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en los tribunales. También ha sido un halcón en temas migratorios, amenzando con demandar al gobierno federal si no cancela el programa DACA, que protege a los menores indocumentados que nacieron en el país de la deportación. Con respecto al aborto, Morrisey es un ardiente oponente y ha recibido el respaldo de West Virginians for Life.
Entre las otras contiendas de alto perfil se encuentra la senadora demócrata Claire McCaskill en Missouri, quien muestra problemas en las encuestas contra el retador Josh Hawley, actual fiscal general del estado. McCaskill es católica y ha sido una fuerte defensora de los derechos de aborto y la ley DREAM sobre la inmigración. Su contrincante Hawley es un evangélico que ha trabajado en estrecha colaboración con Becket y Alliance Defending Freedom, las dos principales organizaciones de libertad religiosa de la nación.
En Tennessee, la representante Marsha Blackburn está compitiendo contra el ex gobernador Phil Bredesen. Blackburn, que es presbiteriano, ha sido colaborador durante mucho tiempo de la organización Susan B. Anthony List, que tiene la misión expresa de elegir políticos pro-vida.
En Texas, el actual senador y ex candidato presidencial republicano, Ted Cruz, se encuentra en una carrera muy publicitada contra el demócrata Beto O’Rourke. Cruz, quien originalmente fue un crítico feroz del presidente, se ha convertido en uno de sus aliados más cercanos, particularmente en temas de inmigración y apoyo a las elecciones de la Corte Suprema del presidente.
O’Rourke, quien es oriundo del oeste de Texas, es un católico que ha convertido su defensa de los inmigrantes en sello de su carrera política.
Los demócratas buscan el control del Congreso
Para conseguir el control de la Cámara de Representantes, los demócratas deben ganar al menos 23 escaños de los 75 que se consideran disputables.
En Iowa, donde los aspirantes a la presidencia a menudo pasan mucho tiempo probando las aguas antes de una contienda presidencial, los católicos Steve King y J.D. Scholten se enfrentarán por un escaño. King, el actual titular republicano, es un converso al catolicismo. Durante su tiempo en el Congreso, King se hizo conocido como un fuerte opositor al aborto y también a la inmigración. También se opuso a la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Costo y dirigió los esfuerzos para derogarla. Recientemente ha sido atacado por retuitear a nacionalistas blancos y por comentarios polémicos, así como por reunirse en Austria con un grupo neofascista.
Scholten, un ex jugador profesional de béisbol que se convirtió en abogado, se jactó en la campaña electoral de que ha asumido el “compromiso de Mateo 25 para proteger y defender a los más vulnerables entre nosotros”.
Si bien dice que sus propias creencias personales sobre el aborto están moldeadas por su fe, cree que se debería de dejar esta decisión en manos de las mujeres. En cuanto a la inmigración, apoya un camino hacia la protección legal para inmigrantes indocumentados y es un defensor de la reforma migratoria integral.
Aunque no es una carrera disputada, se espera que Alexandria Ocasio-Cortez, de 29 años, gane fácilmente su contienda contra el republicano Anthony Pappas por el distrito 14 de Nueva York. En el período previo a su sorpresiva victoria sobre el demócrata Joe Crowley en la primarias de este verano, Ocasio-Cortez habló regularmente sobre su fe católica y la influencia de la doctrina social de la Iglesia en la configuración de sus opiniones políticas.
Ocasio-Cortez es un fuerte defensora de los inmigrantes, el derecho al aborto y un sistema de salud de cobertura médica universal.
En Florida, el representante republicano Carlos Curbelo, quien es católico, enfrenta un desafío demócrata por parte de Debbie Mucarsel-Powell, quien ha trabajado durante mucho tiempo en organizaciones sin fines de lucro. En el distrito abrumadoramente hispano número 26 del Congreso de la Florida, Curbelo es un republicano moderado que se ha opuesto a Obamacare y apoyó la reforma migratoria. Dada la gran cantidad de inmigrantes en este distrito demócrata, muchos ojos estarán observando el resultado de la campaña para ver si un republicano moderado puede mantener su escaño durante la presidencia de Trump.
La cuerda floja política de los católicos estadounidenses
Independientemente del resultado de este martes, lo que queda por delante es casi seguro un gobierno dividido con un republicano en la Casa Blanca y una o ambas ramas de la legislatura en poder del Partido Demócrata.
Para los obispos de EEUU, esto acentuará la complicada naturaleza de su relación con ambos partidos a medida que buscan avanzar su propia agenda de defensa e implementación de la enseñanza social católica en la arena pública, así como para los legisladores católicos en las bancas que buscan discernir lo que sus correligionarios esperan.
Eso probablemente significa que a los obispos de los Estados Unidos les espera otra serie de decisiones difíciles cuando se reúnan a partir del próximo domingo en Baltimore para su conferencia anual de otoño.
———————————
Christopher White es corresponsal nacional de Crux y The Tablet. Tiene una Maestría en Ética y Sociedad de la Universidad de Fordham y un B.A. en Política, Filosofía y Economía de The King’s College. Es exdirector de Catholic Voices USA y sus artículos han aparecido en The Wall Street Journal, USA Today, Washington Post, Philadelphia Inquirer, Forbes, New York Daily News, International Business Times, The American Interest, First Things y Human Life Review, entre muchas otras publicaciones impresas y en línea. Síguelo en Twitter en @ CWWhite212