Desde Roma

Cumbre “más cerca de política mundial” sobre abuso sexual, dice arzobispo irlandés

ROMA – El representante de Irlanda en la Cumbre sobre Protección de Menores y el escándalo de abuso sexual convocada por el Papa Francisco cree que la Iglesia Católica se está acercando “mucho más” a una política mundial que le permita expulsar del ministerio de manera permanente a los sacerdotes después de un solo caso de abuso.

Dice que la “posición por defecto” debería ser que los sacerdotes abusivos “no ejercieran el ministerio en ninguna capacidad, pero que además sean vigilados muy de cerca, tanto por la autoridades eclesiales como civiles”.

El arzobispo Martin aparece en una foto del 26 de agosto de 2018 en Dublín. (CNS/ Paul Haring)

“En el caso de quienes han abusado de un niño, no creo que haya ninguna manera de que pueda regresar al ministerio pastoral”, dijo el arzobispo Eamon Martin, en una rueda de prensa el sábado.

“Creo que ahora existe una profunda comprensión de la naturaleza atroz de este acto pecaminoso y criminal”, dijo Martin, y agregó que al hablar con los sobrevivientes, muchos de ellos alertaron contra la laicización de los sacerdotes abusivos ya que podrían un peligro o un “mayor riesgo” para otros niños o adultos vulnerables fuera de la supervisión de la Iglesia.

Como arzobispo de Armagh y Primado de Irlanda, Mons. Martin dijo que apoyó las discusiones durante los últimos días de la cumbre sobre la necesidad de una mayor transparencia.

“El secreto debe gritarse a toda voz por la ventana”, cuando se trata del abuso de niños, dijo. “Ese secretismo ha sido una de las causas fundamentales del problema en el que nos encontramos hoy”.

Hablando de su propia experiencia en Irlanda, uno de los países más afectados por la crisis de abuso del clero, Martin aseguró que sus “archivos están abiertos”.

“Cualquier cosa que tenga que pueda haber sido enviada aquí a la Santa Sede… está abierta a mi junta nacional, y se encuentra disponible según las normas de divulgación adecuadas en casos legales a la policía y la autoridad civil”.

Martin también dijo que todos los participantes en la cumbre de cuatro días del Papa sobre el abuso sexual deben “comprometerse a regresar a casa con acciones concretas”, y que para él, el tema de la rendición de cuentas sería su prioridad, sobre todo la supervisión de los obispos.

También dijo que la labor de proteger a los niños debe ser ante todo una responsabilidad local.

“Siempre me asusta la idea de que la protección de menores deba ser ordenada desde Roma… cuando en realidad, la única manera de protegerlos es en el terreno”, dijo Martin, y agregó que la Santa Sede también debe sumarse en este “compromiso colectivo por la transparencia”.

“Creo que es muy importante que veamos que la rendición de cuentas funciona en todos los niveles”, agregó.

Mons. Martin también insistió en el hecho de que el arzobispo Diarmuid Martin de Dublín y la sobreviviente de abuso irlandesa Marie Collins —quien renunció en 2017 a la Comisión Pontificia para la Protección de Menores— no fueran invitados a participar formalmente en la cumbre de abusos, a pesar de sus respectivos conocimientos y experiencia.

“Los he consultado muy, muy de cerca”, antes de venir a Roma, dijo Mons. Martin, y agregó que “y lo seguiré haciendo porque esto aún no ha terminado”.

Dijo que creía que ambos podían “desempeñar su papel ahora a nivel internacional”, e insinuó que tal vez eso podría implicar una mayor participación de ambos en un nuevo cuerpo del Vaticano que él cree que es necesario para “ayudar y apoyar las conferencias [de los obispos] en todo el mundo” en los procesos relacionados con el abuso sexual clerical.

Según Mons. Martin, esta nueva dependencia vaticana tendría que ser un “grupo sólido” que pudiera “salvar esas brechas” que existen sobre este tema entre las diversas oficinas de la Santa Sede.

“Este problema necesita algún grupo central que lo controle”, dijo.

En agosto del 2018, Mons. Martin recibió al papa Francisco en Irlanda para el Encuentro Mundial de Familias, la cumbre de una semana de duración patrocinada por el Vaticano sobre la vida familiar, y en octubre, representó a los obispos irlandeses en Roma durante el Sínodo de los Obispos sobre “Los jóvenes, la fe y le discernimiento vocacional”, en el que el abuso sexual fue uno de los principales temas de discusión.

———————————

Christopher White es corresponsal nacional de Crux y The Tablet. Tiene una Maestría en Ética y Sociedad de la Universidad de Fordham y un B.A. en Política, Filosofía y Economía de The King’s College. Es exdirector de Catholic Voices USA y sus artículos han aparecido en The Wall Street Journal, USA Today, Washington Post, Philadelphia Inquirer, Forbes, New York Daily News, International Business Times, The American Interest, First Things y Human Life Review, entre muchas otras publicaciones impresas y en línea. Síguelo en Twitter en @ CWWhite212