Con motivo del 30 aniversario de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, la Academia Pontificia de Ciencias, representantes de los Emiratos Árabes Unidos y el “Child Dignity Alliance” promueven en el Vaticano la realización de un Congreso sobre la Protección de los Menores en el Mundo Digital y la responsabilidad de las comunidades religiosas en esta área.
La reunión tiene como objetivo reunir a importantes líderes religiosos de diferentes comunidades, junto con expertos, académicos, políticos y gerentes de la industria tecnológica.
Incluso en esta tercera reunión, con el apoyo de la Santa Sede, los organizadores tienen la intención de trabajar en la dignidad y la protección de los niños de una manera especial con respecto a las nuevas tecnologías. Para esta ocasión intentaremos pasar de la idea a la acción, es decir, promover acciones concretas también a escala global.
De frente a los casi 80 participantes de este encuentro que ha iniciado hoy en la Ciudad del Vaticano, el Papa Francisco expresó un largo discurso en el que exhortó a toda la comunidad humana a unirse en el empeño de proteger a los menores inmersos en el mundo digital.
También se refirió al crecimiento realizado en el seno mismo de la Iglesia respecto de estos temas: “ha alcanzado una viva conciencia de la gravedad del abuso sexual de menores y sus consecuencias, del sufrimiento que causan, de la urgencia de curar sus heridas, en contraste con La máxima decisión de estos delitos y el desarrollo de la prevención efectiva.”
Alabó el gran beneficio del acceso de los menores a la tecnología para su formación y condeno el mal uso que algunos hacen de esta para promover “horribles crímenes” como el abuso sexual, el tráfico de personas o la pornografia” que en definitiva portan como resultado para la sociedad “una pérdida general del sentido de la dignidad humana.”
El Pontífice indicó también que “no es suficiente entender, debemos actuar”, por lo que alentò a todos los participantes y en especial a las autoridades a los científicos y comunicadores a “ser capaces de actuar de manera efectiva, utilizando instrumentos legislativos y operativos apropiados, en pleno respeto del estado de derecho y el debido proceso, para contrarrestar las actividades delictivas que perjudican la vida y la dignidad de los menores.”
Por otra parte se dirigió a los padres y educadores afirmando que “la creatividad y la inteligencia del hombre son maravillosas, pero deben orientarse en la dirección positiva del bien integral de la persona a lo largo de su vida, desde la infancia. Todo educador, cada padre lo sabe muy bien y debe ser ayudado y apoyado en su servicio por el compromiso concertado de una nueva alianza de todas las instituciones y fuerzas educativas.”
Concluyó su intervento con una especial mención al rol de la visión religiosa en este campo diciendo: “No solo la razón ética saludable contribuye a esto, sino también la visión religiosa y la inspiración, que tiene un alcance universal porque fundamenta el respeto a la dignidad humana en la grandeza y santidad de Dios, su Creador y Salvador.”