Papá, yo no entiendo cuando Jesús dice: “el sol se oscurecerá, la luna perderá su brillo, caerán las estrellas del cielo”. Tampoco su padre comprendía estas palabras del evangelio. Es una de las secciones que la gente prefiere no leer, pues dice cosas muy raras, que asustan un poco. Se llama discurso apocalíptico del Señor. Este estilo también existe en otros libros. Y, ¿qué es eso?
El lenguaje apocalíptico es una forma de escribir, como el histórico, el poético, el biográfico, el epistolar, etc. Fue bien conocido desde el siglo II antes de Cristo, hasta después del siglo primero. Por tanto, no es extraño que aparezca en los tres evangelios sinópticos y en el Apocalipsis, que se escribieron en esa época. Veamos en qué consiste.
El verbo griego “apocalipto” significa des-velar, levantar el velo, y el sustantivo “apocalipsis” quiere decir revelación. Así comienza el último libro del Nuevo Testamento:
Esta es la Revelación de Jesucristo, Ap 1,1.
Los escritos apocalípticos hablan de revelaciones, visiones, sueños, viajes celestes, instrucciones angélicas, voces del cielo, lecturas de libros celestiales y cosas semejantes. Su lenguaje está lleno de imágenes misteriosas, números simbólicos, nombres extraños entre mundo celeste y mundo terrestre, etc.
Sus temas son muy variados: Los misterios de Dios, el mundo del más allá, el paraíso, el número de los círculos celestes, sus funciones y sus habitantes, la corte y trono de Dios, la mansión de los muertos, etc.
Entonces oí una voz que salía de las cuatro esquinas del altar de oro que está delante de Dios. Ap 9,13.
Aparecen como tópico permanente ángeles y demonios con nombres, rangos, funciones, ejércitos celestiales luchando contra los ejércitos demoníacos, etc.
Entonces se desató una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Ap 12,7.
Habla de los misterios de la historia, señales precursoras del fin del mundo, última tribulación, resurrección de los muertos, condenación y tormentos del infierno.
Ha llegado el gran día de su enojo, y ¿quién lo podrá aguantar? Ap 6,17.
El misterio del destino individual es tema constante.
Al final recaerá sobre ustedes toda la sangre inocente que ha sido derramada sobre la tierra, Mt 23,35.
Este estilo se fue creando a lo largo de los años en un clima psicológico de depresión, con la decepción que siguió al regreso de los exilados al ver el templo destruido, la desaparición del reino de Israel y las sacudidas políticas. En su abatimiento el salmista llegó a clamar:
¿Dónde está su Dios? Sal 79,9.
Los autores acudían con plena libertad al material de las literaturas orientales. Países, plantas, animales, piedras preciosas y astros asumen significados especiales. No se olvida el simbolismo de los números.
Entonces vi una bestia que sube del mar; tiene siete cabezas y diez cuernos, con diez coronas en los cuernos, Ap 13,1.
En el estilo apocalíptico se nota claramente la influencia de los pueblos vecinos: el simbolismo mesopotámico de la gloria en Ezequiel. La angelología y la demonología de Tobías son elementos iraníes.
Asmodeo, un demonio malvado, había dado muerte a sus siete maridos. Tob 3,8.
En el libro de Daniel se advierten las técnicas babilónicas para la interpretación de sueños.
El rey ordenó convocar a los magos, adivinos, brujos y astrólogos para que le explicaran el sueño que había tenido. Dan 2,2.
Con todo este lenguaje extraño expresaban fundamentalmente la presencia de Dios en la historia con la consecución del premio final. Era un mensaje de esperanza en tiempos de grandes turbulencias.
¿Ha entendido usted el mensaje que Jesús nos da en esos capítulos apocalípticos?