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“Siempre conozco alguien que se vuelve una inspiración por su fe”, padre Kevin Sweeney

El padre Kevin J. Sweeney nació en Elmhurst en Queens en enero de 1970. Es el segundo de tres hermanos, es hijo de inmigrantes irlandeses, su madre llegó a Estados Unidos en 1951 y su padre en 1960, acá se conocieron y se casaron en la parroquia de San Bartolomé en Elmhurst.

Cuando él nació se mudaron a Whitestone, “yo crecí en la parroquia de San Lucas”. En Cathedral Preparatory School and Seminary estudió la escuela secundaria. “En séptimo grado comencé a pensar en la posibilidad de ser sacerdote, fui a Cathedral Prep, tuve una gran experiencia allí. El año en que me gradué en Cathedral Prep cerraron Cathedral College en Douglaston y abrió como Casa de Discernimiento y Formación, yo fui a vivir en Douglaston mientras asistía a clases en St. John’s University desde 1988 hasta 1992”.

Después fue al seminario de la Inmaculada Concepción en Huntington, donde estuvo dos años estudiando Teología, incluyendo su año pastoral.

Cuando iba a hacer su año pastoral le preguntaron si tenía un interés particular por ir a alguna parroquia de la Diócesis y él dijo que lo enviaran a Brooklyn porque conocía bastante bien Queens al haber nacido y crecido en ese condado, “la Diócesis es de Brooklyn y Queens y me enviaron a la parroquia de Santa Ágata y fue una experiencia maravillosa. El padre en ese momento era el hoy obispo auxiliar de Brooklyn, monseñor Paul Sánchez”.

En esa parroquia tuvo su primer contacto con la comunidad hispana y fue donde empezó a entender nuestro idioma. Después del año pastoral, en 1995 decidió que era importante aprender español, así que a través del programa de la Diócesis de Brooklyn, Propagación de la fe, pudo viajar a Santiago en República Dominicana. “Trabajé con dos sacerdotes en La Vega, fue una gran experiencia”. Allí estuvo seis semanas durante el verano.

El 28 de junio de 1997 fue ordenado sacerdote por monseñor Thomas Vose Daily, entonces obispo de Brooklyn. Su ordenación fue un regalo de cumpleaños para sus padres, el cumpleaños de su mamá es el 27 de junio y el de su papá el 29 de ese mes.

“Mi primera misa fue el día del cumpleaños de mi papá y también la fiesta de San Pedro y San Pablo”. Esa primera misa fue en la parroquia de San Lucas. “Fue un momento con mucha emoción. Después de estar tantos años pensando en ser sacerdote, fue un momento muy bonito, sobre todo dando gracias a Dios y pensando en todas las personas que me apoyaron, a todos les agradecí, además poder estar con mis padres y mi familia, fue un momento que nunca olvidaré”.

Su primera asignación fue en la parroquia de San Nicolás de Tolentino en Jamaica (Queens) como vicario parroquial, desde 1997 a 2003. Luego pasó a la parroquia Nuestra Señora de los Dolores en Corona (Queens) donde estuvo desde 2003 a 2004.

“Cuando monseñor Nicholas DiMarzio fue nombrado obispo de Brooklyn, él me pidió servir como director de Vocaciones de la Diócesis de Brooklyn, para mí fue una sorpresa, pero fue una bendición trabajar con monseñor DiMarzio en pro de las vocaciones. Allí estuve desde 2004 a 2010”.

En enero de 2010 fue nombrado administrador de la parroquia San Miguel y durante los primeros seis meses dividía su trabajo entre esta nueva asignación y la Oficina de Vocaciones. “Abrimos la casa de discernimiento, en Harlem Boulevard”.

Desde junio de 2010 solamente está dedicado a San Miguel y hoy ya es el párroco.

Durante su tiempo libre, al padre Sweeney le gusta jugar golf, era gran admirador del fallecido golfista Payne Stewart, ganador del US Open en 1991 y 1999. También es seguidor de los Yankees, los Knicks y los Jets.

Para él, lo mejor de ser sacerdote es “conocer las personas de fe, cada día hay alguien que se convierte en una inspiración por la fe que tienen, padres que hacen sacrificios por sus hijos, en nuestro ministerio tenemos la oportunidad de caminar con ellos, de conocer las alegrías y tristezas, es un privilegio, un honor y una inspiración seguir al Señor”.