Cine de valores

Una vida oculta (A Hidden Life)

Austria fue anexada por la Alemania nazi en 1938. Al declararse la guerra, los hombres en edad militar debían servir en el ejército nazi, jurando lealtad a Hitler. Franz Jägerstätter, un sencillo campesino austríaco, convencido de que se trataba de una guerra injusta, se negó categóricamente a hacer tal juramento. Una corte militar nazi lo condenó como traidor y fue ejecutado en 1942.

Es este poco conocido episodio de la Segunda Guerra Mundial el que el realizador Terrence Malick nos relata en Una vida oculta (A Hidden Life), con sus acostumbradas narraciones en off, pausadas, de extraordinario lirismo, y la espectacular belleza de sus paisajes de montaña. Así conocemos la vida familiar de Franz, Fani y sus hijitas. Vida de trabajo duro, pero también de paz y felicidad, entre las nubes de su idílico rincón alpino de Sankt Radegund. Hasta allí los perseguirá el mal, personificado en los implacables militares hitlerianos, pero también en sus hasta entonces afables vecinos.

Como es frecuente en el cine de Malick, el dilema central del relato se plantea en toda su complejidad. El director no está interesado en hacer un alegato político, proponiendo llanamente un acto de moralidad superior, sino que quiere reflexionar sobre los dilemas que se presentan en la vida, siempre susceptibles de examinarse desde puntos de vista contrapuestos. La opción del protagonista, que reconocemos justa, es también problemática: ¿tiene Franz derecho, por mantener una actitud que considera correcta, a condenar a su familia a vivir como parias en el pueblo, y tal vez hasta pasar hambre? ¿Sería pecado transigir en lo que le exigen para asegurar el sustento de su familia?

El título de la cinta se basa en el último párrafo de Middlemarch, de George Eliot, cuyo texto se presenta al final: “…el bien creciente en el mundo depende en parte a hechos no históricos; y que las cosas no hayan ido tan mal como hubieran podido ir, contigo y conmigo, se debe en parte a aquellos que vivieron fielmente una vida escondida, y descansan en tumbas que nadie visita”.

No es una película “fácil”. Dura casi tres horas, y su ritmo es pausado, como lo requieren la complejidad y profundidad de los temas que aborda. No se la recomendaría a nuestros lectores si no estuviera convencido de que merece el esfuerzo. Y es bellísima.

Franz Jägerstätter fue proclamado mártir y beato de la Iglesia católica por Benedicto XVI en 2007.

A Hidden Life tuvo su estreno mundial en el Festival de Cannes de 2019, donde obtuvo el Premio del Jurado Ecuménico. Su estreno en salas tuvo lugar en diciembre de ese año, y ahora está disponible en la mayoría de los servicios de streaming, donde se puede alquilar o descargar. Los fans coleccionistas de Malick pueden comprar el DVD BluRay, que también está en el mercado.

Una vida oculta (A Hidden Life) / Alemania-EE.UU. / 2019 / color, 175 minutos / Dirección: Terrence Malick / Intérpretes: August Diehl, Valerie Pachner, Jürgen Prochnow, Bruno Ganz.

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Gustavo Andújar es Expresidente de SIGNIS, Asociación Católica Mundial para la Comunicación. Puedes seguirlo en su cuenta de Twitter.