Los ataques terroristas en París calaron profundamente aquí en suelo estadounidense. A pocas horas de los sangrientos atentados, el presidente Barack Obama se dirigía a la nación y al mundo entero con sus condolencias y una seria advertencia: “Este no es solo un ataque contra París, o solamente un ataque contra el pueblo francés, es un ataque contra toda la humanidad y los valores universales que todos compartimos. Francia es nuestro más antiguo aliado. Queremos dejar bien en claro que estamos juntos en la lucha contra el terrorismo y el extremismo”.

Asimismo, los precandidatos republicanos reaccionaron ante los hechos condenando al extremista Estado Islámico. Donald Trump dijo que sus oraciones estaban con las víctimas de los atentados y luego criticó al presidente Obama por señalar que el grupo ISIS estaba siendo contenido. El neurocirujano Ben Carson afirmó ante la prensa que ningún refugiado sirio debería ser aceptado en Estados Unidos y que él trabajaría con los países aliados para “eliminar a los enemigos antes de que ellos nos eliminen a nosotros”.

El ex gobernador de Florida, Jeb Bush, dijo en una entrevista televisiva que “esta es una guerra de los extremistas islámicos y nuestro país tiene que reconocer este hecho tal y como es”.

Por su parte, la demócrata Hillary Clinton dijo que “debemos —los EE.UU.— estar al lado de Francia y de nuestros aliados alrededor del mundo en cada paso que se tome para emprender y ganar la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento”.

“Esto es un choque de civilizaciones: o ellos ganan o nosotros ganamos”, dijo el senador republicano Marco Rubio.