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Mons. DiMarzio habla sobre la hermandad sacerdotal en la Misa Crismal

PROSPECT HEIGHTS — La hermandad de los sacerdotes y entrega al anuncio del Evangelio fueron el hilo conductor de la homilía de Mons. DiMarzio, obispo de Brooklyn, en la Misa Crismal celebrada el Martes Santo en la Concatedral de San José.

“El sacerdocio es lo que nos une”, dijo Mons. DiMarzio a los sacerdotes que se reunieron en la co-catedral para la misa.

En la Misa Crismal, que se celebra cada año durante la Semana Santa, el obispo bendice los santos óleos que se utilizarán durante todo el año en la Diócesis de Brooklyn al administrar sacramentos como el bautismo, la confirmación, la ordenación sacerdotal y la unción de los enfermos.

La bendición del Santo Crisma y los santos óleos fue el momento central de la celebración, a la que asistieron unos 200 sacerdotes, diáconos y laicos, una multitud más grande que el año pasado, cuando la pandemia del COVID-19 obligó a posponer la celebración hasta el 19 de junio y redujo el número de asistentes.

Durante su homilía, Mons. DiMarzio tuvo un un mensaje importante para sus sacerdotes, como es habitual en la Misa Crismal.

“Los sacerdotes necesitan a los fieles tanto como los fieles necesitan a los sacerdotes”, dijo, instándolos a “nunca olvidar de qué se trata su sagrada misión”.

Y en el centro de esa misión está la evangelización. “Necesitamos hacer cosas nuevas. Necesitamos seguir creciendo”, dijo.

El obispo, que celebró su 50 aniversario en el sacerdocio el año pasado, habló en su homilía sobre algunos hitos de su vida y también se refirió a su futuro. “Cincuenta años es mucho tiempo y, a la misma vez poco tiempo”, dijo.

Mons. Nicholas DiMarzio sopla sobre el recipiente que contiene el aceite en un gesto simbólico que representa al Espíritu Santo. (Foto: Paula Katinas)

Recordó varias homilías que ha pronunciado en ocasiones importantes a lo largo de su vida como sacerdote, como la de su primera misa en 1970, la de su 25 aniversario en 1995, la de su toma de posesión como obispo de Camden en 1999 y la de su nombramiento como séptimo obispo de Brooklyn en 2003.

Mons. DiMarzio también ofreció hizo referencia al hecho de que su etapa como obispo de Brooklyn podría estar llegando a su fin. Cumplió 75 años en 2019 y, como exige el Derecho Canónico, en esa fecha presentó su renuncia al Papa, quien la puede aceptar cuando así lo considere apropiado.

“He llegado a conocerlos y quererlos a todos ustedes”, les dijo a los sacerdotes. “Deben prepararse para recibir a un nuevo obispo. Denle la bienvenida, quien quiera que sea”.

Como lo hacen en la Misa Crismal cada año, los sacerdotes y diáconos de la diócesis renovaron sus promesas de obediencia al obispo. 

Además, en esta ocasión, como es habitual, el obispo felicita a los sacerdotes de la diócesis que están celebrando aniversarios de ordenación importantes. En la diócesis hay sacerdotes que este año arriban a sus 70, 65, 60, 50 y 25 años de ordenación. 

El padre Félix Sánchez, párroco de St. Pius V en Jamaica, que este año celebra su 25 aniversario, dijo que disfruta de la hermandad con sus compañeros sacerdotes. “No somos nada los unos sin los otros. Un sacerdote solo no es nada. Dependemos unos de otros ”, dijo.

El padre John O’Connor, director de Liturgia de la diócesis, dijo que la misa les dio a los sacerdotes la oportunidad de reunirse después de la separación impuesta por la pandemia.

“No nos hemos visto. Nos hemos aislado como tantas otras personas debido a la pandemia. Y aunque oramos los unos por los otros, esta es la primera vez que nos reunimos en más de un año. Los sacerdotes disfrutan de la compañía de sus compañeros. No se han visto en un tiempo. Es hora de ponerse al día. Esa alegría se suma a la promesa de la Pascua ”, dijo.

El padre Christopher Bethge, director de Vocaciones de la diócesis, recibió su ordenación hace cinco años. Dijo que era una sensación maravillosa estar de regreso en la co-catedral después de no haber podido participar en la Misa Crismal del año pasado. “Fui ordenado sacerdote en esta catedral. Cada vez que puedo venir y renovar mis votos, es un sentimiento especial ”, dijo.