¡La violencia armada debe cesar ya!

ESTIMADO DIRECTOR: El último tiroteo en una instalación de FedEx en Indianápolis que dejó ocho muertos continúa el ciclo de violencia armada en el país. Hay que ponerle fin a tragedias como esta.

¿Cuándo finalmente el gobierno federal tomará esta situación en serio y aprobará leyes de control de armas más estrictas?

El Congreso parece estar más interesado en proteger los intereses de la poderosa NRA (Asociación Nacional del Rifle), que la seguridad del pueblo estadounidense.

Se deben realizar verificaciones personales más estrictas, incluyendo la condición mental del comprador de arma. Ningún ciudadano necesita comprar armas de asalto.

Solo a los miembros del ejército y las fuerzas del orden público se les debería permitir portar este tipo de armas y solo cuando es necesario.

Estados Unidos se está convirtiendo en una zona de guerra debido a estas masacres, y la gente ya teme caminar por las calles, ir al parque y realizar otras actividades por temor a ser baleados o asesinados.

¿Qué ha pasado con el valor de la vida en este país? ¿Qué ha pasado con la decencia, la moral y el respeto mutuo por el precioso regalo de la vida? Parece que el viento se los ha llevado para siempre.

¡La violencia con armas de fuego, y otros tipos de violencia, deben cesar, y debe cesar ya!

¡Que Dios proteja a los Estados Unidos y a todos nosotros!

John Amato

Temo por mi seguridad

ESTIMADO DIRECTOR: Una mujer asiático- estadounidense de 65 años fue agredida en la calle 43 en Hell’s Kitchen, Manhattan, cuando iba camino a la iglesia y no recibió ayuda de los transeúntes.

Lo más espantoso de este acto horrible es que nadie se detuvo para ayudar o llamar al 911.

Me pregunto si aquellos que presenciaron este acto atroz pueden estar tranquilos con su conciencia.

Además, ¿estamos viviendo en una ciudad sin piedad? ¿Se acabaron en nuestra ciudad los buenos samaritanos dispuestos a ayudar a una anciana en problemas?

A esto habría que sumar que el sospechoso, Brandon Elliot, estaba en libertad condicional por matar a su propia madre. Anteriormente se le había negado la libertad condicional.

Pero debido a la junta de libertad condicional liberal del gobernador Cuomo, le fue concedida. Esto es muy triste. Soy una persona de 71 años y temo por mi seguridad y la de otras personas de la tercera edad debido a nuestro sistema de justicia demasiado indulgente.

Como católico y Gran Caballero de Colón de Santa Anastasia en Douglaston, ofrezco mis más sinceras oraciones por esta pobre mujer y por su pronta recuperación de este brutal ataque.

Frederick R. Bedell Jr.

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