WASHINGTON — El pasado 15 de marzo, un juez federal de Texas oyó distintos argumentos que impugnan la aprobación de la mifepristona por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés). La mifepristona es uno de los dos medicamentos utilizados en los abortos químicos.
El caso ante el juez federal de distrito Matthew Kacsmaryk tiene como objetivo bloquear el acceso a la píldora aprobada por la FDA en el año 2000, afirmando que la agencia determinó incorrectamente la seguridad y eficacia del medicamento y que fue más allá de su competencia reguladora al aprobarlo.
La demanda fue presentada por el grupo Alliance for Hippocratic Medicine y sus grupos miembros como la Asociación Médica Católica, las Asociaciones Médicas y Dentales Cristianas y otras que son pro-vida.
Los demandantes están representados por Alliance Defending Freedom, un grupo de abogados a favor de la libertad religiosa. El juez asignó cuatro horas para la audiencia y no anunció la fecha hasta dos días antes, con la esperanza de disminuir las protestas.
Los grupos pro-vida, varios miembros del Congreso y fiscales generales del estado, presentaron escritos a favor del demandante.
La audiencia examinará las afirmaciones de la demanda de que la FDA “ignoró los impactos potenciales del régimen de bloqueo de hormonas en los cuerpos en desarrollo de las adolescentes” y desestimó la evidencia de que los abortos químicos causan más complicaciones que los abortos quirúrgicos.
La demanda, que fue presentada en noviembre, también cuestionó la reciente eliminación de las medidas de seguridad por parte de la FDA para el uso de mifepristona al permitir que el medicamento se proporcione por correo, lo que, según afirma, viola la ley federal. A principios de este año, la FDA también aprobó la venta de mifepristona a través de farmacias que reciben la certificación de la FDA.
Si el juez suspende la aprobación de la mifepristona por parte de la FDA, las clínicas de aborto han dicho que solo usarán misoprostol, el otro fármaco que se usa en los abortos con medicamentos, o que solo realizarán abortos quirúrgicos.
La decisión de Kacsmaryk probablemente será apelada ante la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de EE. UU. y eventualmente podría ir a la Corte Suprema.
Si se pone del lado de los demandantes, sería la primera vez que un tribunal ordena al gobierno retirar o suspender la aprobación de un medicamento a pesar de la oposición de la FDA y del fabricante del medicamento.
La mifepristona es la primera de un régimen de dos medicamentos que se usa para interrumpir un embarazo en sus primeras etapas, hasta las 10 semanas de gestación. A menudo se describe como una píldora abortiva o RU-486.
Según el Instituto Guttmacher, que realiza investigaciones sobre el aborto y la salud reproductiva, el aborto con medicamentos representó el 54 % de todos los abortos en los EE. UU. en 2022.
Un informe presentado por la Asociación Médica Estadounidense y otros grupos médicos dijo que si la corte revoca la aprobación de la FDA de la mifepristona, causaría “un daño profundo e irreparable a los pacientes en todo el país”.
También dijo que los demandantes adoptaron una posición “que es fundamentalmente ideológica, no científica”.
Erik Baptist, asesor principal de Alliance Defending Freedom, dijo en un comunicado que “la aprobación de medicamentos químicos para el aborto por parte de la FDA siempre se ha mantenido en un terreno legal y moral inestable, y después de años de evadir responsabilidades, es hora de que el gobierno haga lo que legalmente debe hacer: proteger la salud y la seguridad de las mujeres y niñas vulnerables”.