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Monseñor O’Connell ministró incluso “hasta las periferias” en Skid Row, Los Ángeles

LOS ÁNGELES — El 2 de marzo, en la esquina de una calle en las afueras de San Julian Park, en el corazón de Skid Row, en el centro de Los Ángeles, personas sin hogar hacen fila frente a un camión de comida amarillo brillante para recibir lo que probablemente será su única comida caliente del día.

La organización que patrocina el camión de comida, Feed My Poor, sirve 300 comidas al día en tres ubicaciones a lo largo de Skid Row. Los que están al frente de la iniciativa dicen que no ven una solución inmediata a la carencia en Skid Row o a la crisis de personas sin hogar en la ciudad, pero consideran que es su trabajo servir a los necesitados, algo que Mons. David O’Connell tenía en el corazón.

Dicen que Mons. O’Connell se unió a ellos en su misión de servir a los pobres en al menos dos ocasiones cuando Feed My Poor era una iniciativa diferente con un propósito similar.

“Si supiéramos cómo arreglar esto, no estaríamos parados aquí ahora. Esto no es algo nuevo. Es un problema antiguo, bien antiguo”, dijo Mike Manhardt. “Es por ello decimos: ‘Olvídate de mí, te amo’… solo amor.  Solo servir. Pongamos las necesidades de los demás antes que las nuestras. Eso es algo que definía al obispo Dave O’Connell”.

Manhardt, fundador de la productora de Anaheim Studios, ha estado involucrado en el servicio a las personas sin hogar desde 2015. En ese momento, tenía alrededor de un año sin trabajar debido a la reubicación de su compañía de Anaheim a Los Ángeles.

A través de la oración, decidió pasar el tiempo retribuyendo. Por ello “purgó” su armario y llevó la ropa a Venice Beach para dársela a las personas sin hogar. Mientras estaba allí, conoció a un grupo de personas que regalaban comida a las personas sin hogar y se unió a ellos: él repartió ropa y ellos repartieron comida. A partir de ahí, desarrollaron una asociación llamada Share A Meal.

Durante la pandemia del COVID-19, su operación fue cerrada por el entonces alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, quien tenía la capacidad de hacerlo porque recibia fondos del gobierno, Manhardt decidió llevar la noticia al párroco de Beverly Hills, el padre Ed Benioff, y ambos decidieron lanzar Feed My Poor como una organización sin fines de lucro, lo que le permitió operar en Skid Row.

El padre Benioff dijo que su objetivo es salvar tantas vidas como puedan, razón por la cual eligieron ir a Skid Row, “uno de los lugares más terribles del planeta.

“Aquí en Feed My Poor tenemos un énfasis muy especializado, que es la comida”, dijo el Padre Benioff, quien dirige la Iglesia del Buen Pastor en Beverly Hills. “Queremos mantenerlos con vida. Estamos aquí para mantenerlos vivos con una comida buena, caliente y nutritiva”.

Durante las horas en que Nuestra Voz visitó el camión de comida Feed My Poor, la fila para obtener comida fue constante. Por razones de seguridad, hay un guardia que atiende la ventanilla de servicio del camión, pero en general, la gente permaneció en paz, simplemente agradecida por la comida.

Las personas sin hogar venían de todas direcciones, con la esperanza de conseguir una de esas comidas. Durante ese tiempo, no pasaban muchos coches por la zona. Los campamentos se alineaban a ambos lados de las calles adyacentes. Las aceras estaban ocupadas por estructuras de carpas y personas sentadas en sillas o en el suelo, en un área que reclamaron como propia.

La gente vino incluso después de que el camión de comida había cerrado su ventana por el día. Cuando llegaban y veían que ya no estaba abierto, preguntaban por qué, y cuando recibían la respuesta de que habían dado sus comidas del día, respondían con mayor frecuencia: “Gracias. Dios los bendiga”, y continúan su camino hacia otra parte de la ciudad.

Tanto Manhardt como el Padre Benioff reconocen a muchos de los clientes habituales que vienen, sabiendo que el camión de comida estará en ese lugar todos los días. El sacerdote dijo que es importante humanizar a cada persona.

“No los conozco muy bien, no conozco muy bien sus historias, pero solo trato de obtener su nombre y al menos darles una sonrisa y tratarlos como a un ser humano”, dijo el Padre Benioff.

La clave para la mentalidad de la organización es Mateo 25.

“Son hijos de Dios. Son personas a las que Jesús llama en Mateo 25 ‘los más pequeños entre nosotros’, pero Jesús dice que lo más importante es ‘lo que hacéis con estos más pequeños entre vosotros, cómo tratáis a estos más pequeños entre vosotros, y Él mismo nos dice cómo tratarlos: dando de beber al sediento, dando la bienvenida al forastero, alimentando al hambriento, vistiendo al desnudo”, explicó Manhardt.

“Cuando vemos a alguien que está viviendo en la calle no le damos la espalda. Vamos a reconocerlos y darles amor”, continuó, y agregó que no tienen miedo de estar en Skid Row porque “si estamos caminando con el Señor, él nos tiene, estamos protegidos”.

El padre Benioff dijo que continúa el trabajo teniendo en cuenta los llamados de la Madre Teresa y el Papa Francisco para ir a las periferias. También afirmo que Mons. O’Connell vivió ese llamado al máximo.

“Era el sacerdote/obispo ideal del Papa Francisco en el sentido de que fue a las periferias”, dijo el padre Benioff. “Todo su sacerdocio estuvo al servicio de los olvidados, los indocumentados, los pandilleros, todo. Dave vio eso como un llamado de Cristo. Fue un sacerdote y un obispo increíble”.