*Por Ed Wilkinson

DUNWOODIE, N.Y. — Cuando Paul Zwolak se puso de pie en la capilla del Seminario de St. Joseph y proclamó “Presente”, estaba declarando que estaba listo para servir a la Iglesia en Brooklyn y Queens.
Zwolak fue uno de los cuatro hombres ordenados diáconos transitorios por Mons. Robert Brennan el 1.º de noviembre. Los otros fueron Joseph Haas, para la Arquidiócesis de Nueva York, y Patrick O’Brien y Dillon Vita, para la Diócesis de Rockville Centre.
Los cuatro serán ordenados sacerdotes para sus respectivas diócesis en la primavera.
Mons. Brennan estuvo acompañado en el altar por el obispo auxiliar de Nueva York, Mons. Gerardo Joseph Colacicco, y por el obispo auxiliar de Brooklyn, Mons. James Massa, quien también se desempeña como rector del Seminario de St. Joseph, junto con miembros del cuerpo docente y sacerdotes de las tres diócesis.
El diácono Zwolak es oriundo de Middle Village, donde fue miembro de la parroquia Our Lady of Hope. Sus padres, nacidos en Polonia, continúan residiendo allí.

El nuevo diácono asistió a Archbishop Molloy High School, en Briarwood, donde discernió su vocación durante un retiro en su último año. Luego estudió en ls Universidad de St. John, mientras residía en la Cathedral House of Formation, en Douglaston, antes de ingresar al Seminario de St. Joseph.
Durante su año pastoral, sirvió en la iglesia de St. Francis de Sales, en Belle Harbor, donde, según relató, “aprendió mucho de los sacerdotes y de la gente”.
“Fue una gran experiencia”, comentó el diácono Zwolak.
También realizó su ministerio en la iglesia de St. Jude Shrine, en Canarsie. Ha sido asignado para servir como diácono en la iglesia de St. Matthias, en Ridgewood, mientras completa sus estudios en el seminario.
“Espero llevar la Palabra de Dios a las personas allí”, dijo el diácono Zwolak. “Eso realmente me llegó cuando el obispo me entregó el Libro de los Evangelios hoy.”
Durante la ceremonia de ordenación, en la que recibieron el sacramento del Orden Sagrado, los nuevos diáconos prometieron obediencia a los obispos de sus diócesis y se comprometieron a vivir en celibato. Luego se postraron en el piso del presbiterio mientras toda la congregación entonaba la Letanía de los Santos.
Mons. Brennan impuso las manos sobre la cabeza de cada candidato, significando la transmisión ininterrumpida del ministerio. También entregó a cada uno el Libro de los Evangelios, con la exhortación:
“Recibe el Evangelio de Cristo, de quien te has convertido en heraldo. Cree lo que lees, enseña lo que crees y practica lo que enseñas.”
Mientras esperan su ordenación sacerdotal, los nuevos diáconos pueden bautizar, instruir a creyentes y no creyentes, y presidir servicios funerales.
El diácono Zwolak celebró una misa de acción de gracias por su ordenación el 2 de noviembre en la iglesia de St. Francis de Sales.

