LA NOCHE DEL 28 DE NOVIEMBRE fue trágica para el deporte: el avión donde viajaba club de fútbol brasileño Chapecoense se estrelló en el cerro El Gordo en el municipio de La Unión en el departamento de Antioquia en Colombia.
En el accidente fallecieron 71 personas. Entre futbolistas, cuerpo técnico, directivos, periodistas y tripulación, sólo seis sobrevivieron: Alan Ruschel, Helio Zampier Neto, Jackson Follmann, jugadores de Chapecoense; Ximena Suárez, Erwin Turimi, miembros de la tripulación y el periodista Rafael Henzel Valmorbida.
El mundo del deporte, en especial del fútbol se solidarizó con el hasta ese momento casi desconocido club del oeste de Brasil. La ciudad del equipo, Chapecó, se vistió de luto ante la partida repentina de sus héroes que viajaban a Colombia a jugar la primera final internacional de su historia. Para el periodista brasileño y ex jugador de fútbol Pablo Roberto Falcao, “esta tragedia marcará por siempre la historia del fútbol de Brasil”.
Iban a jugar la final ante el Atlético Nacional. El famoso equipo de Medellín al día siguiente de la tragedia pidió a la Conmebol (Confederación de Fútbol de Sudamérica), que le entregara el título de campeón al Chapecoense, una petición que fue bien recibida por la familia del fútbol mundial.
El lunes 5 de diciembre la Conmebol le otorgó el título de campeón de la Copa Sudamericana al Chapecoense, un consuelo para este humilde equipo del estadio de Santa Catarina que pasó de jugar en la cuarta división del fútbol brasileño en 2009, llegar a la primera categoría en 2014 y jugar la final de la Copa Sudamericana el año pasado.
Para el periodista colombiano Steven Arce “el premio de campeón al Chapecoense es muy merecido, al igual que el de Fair Play (juego limpio) al Atlético Nacional, es un homenajeaesosjugadoresquesoñaroncon ganar este torneo”.